La cosecha de maíz y sorgo de la campaña 2020/2021 cerrará en 62,2 millones de toneladas, de acuerdo a estimaciones del Ministerio de Agricultura. De esta cifra, 59 millones de toneladas corresponden a maíz y 3,2 millones de toneladas a sorgo. Este volumen de cosecha, sumado al repunte del precio internacional, permitirá consolidar un ingreso de divisas de 2.330 millones de dólares entre los meses de julio y septiembre, de acuerdo a analistas privadas. Esta situación deja en evidencia la primarización de esta cadena de valor, que exporta más de la mitad de su producción como grano, en lugar de agregar valor en origen. Otro dato que se desprende del actual ciclo maicero es que, pese al aumento en el valor de los insumos, es el cultivo más rentable del país, por delante de soja y trigo.
Los cereales correspondientes al ciclo de granos gruesos se dividieron –según las estadísticas oficiales- en 8,3 millones de hectáreas maiceras, sembradas por unos 44.463 productores y 860.000 hectáreas de sorgo, en manos de 9.581 productores. Una vez más, el maíz superará en volumen de producción a la soja, mientras que el sorgo confirmó su papel de revelación de la última campaña agrícola.
En el plano productivo, se consolidó la siembra de maíces tardíos, una estrategia que permite reducir el riesgo de déficit hídrico y elevar el piso de rindes. En la última campaña, este manejo productivo se presentó en más del 55% del área sembrada a nivel nacional, situación que se traduce en una mejora sustancial de los rindes, pese a las dificultades climáticas. Mientras el maíz salió airoso de esta circunstancia, trigo y soja acusaron el golpe, con fuertes caídas en los volúmenes de cosecha.
Pese al incremento de insumos centrales para la actividad agrícola, como agroquímicos y fertilizantes, el maíz arrojó números positivos durante la campaña 2020/2021 y fue el cultivo más rentable. La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) calculó esta variable en los principales granos y el maíz fue el cultivo más rentable, tanto en campos propios como en esquemas de arrendamiento, con un margen bruto por hectárea de 519 dólares y 215 dólares, respectivamente. En el segundo puesto, la rotación trigo/soja de segunda arrojó 464 dólares y 178 dólares, seguido por la soja de primera, con 420 dólares y 178 dólares.
La suba del precio internacional del maíz permitió compensar el aumento en el valor de los insumos. En este punto, la bolsa rosarina calculó que mientras el precio de la urea en dólares creció un 46% durante el primer semestre del año, el valor del cereal trepó un 55% en el mismo período. “El índice insumo/producto presentó una baja de un 6% respecto a junio del año pasado”, explicaron.
En los últimos días, esta relación de precios favorable retrocedió, pero pese a esta variable, la intención de siembra para el ciclo 2021/2022 se mantiene firme. En distintos relevamientos efectuados por la entidad bursátil en la región núcleo, anticipan un incremento en relación al año pasado de 5% a 10%. En un contexto de suba constante de precios, los productores buscan calzarse en insumos y esto se percibe en el ritmo de compras, que según la BCR “viene muy activa”.
El sorgo merece un párrafo aparte. De acuerdo a datos oficiales, el cereal empezó a recuperar terreno y su producción aumentó un 73% en relación al ciclo anterior. El año pasado, en la precampaña comercial del cultivo, la venta de insumos y semillas fue a todo vapor y permitía avizorar un muy buen desempeño. El principal factor que impulsó al sorgo fue la demanda de China, que motivó a los agricultores a incluir mayor tecnología en sus planteos productivos.