Paraná, Entre Ríos, 5 de la mañana del jueves. Ese día empezó la historia de cinco habitantes de la ciudad. El capítulo final será hoy, cuando cerca del mediodía empiecen a llegar a la zona de El Portezuelo. Allí pondrán punto final a uno de los dos tipos de esfuerzos que demanda el Rally Trasmontaña. Primero está el físico, el que afrontará la última prueba. Pero hay otro de mayor duración y que no depende del estado del cuerpo: el económico. A diferencia del cansancio de la carrera, el esfuerzo con signo de pesos y dólares acompaña de una edición a otra.
“Se sintió, pero hicimos el esfuerzo para estar”, reconoció Marcelo Chavez, uno de los paranaenses. No es que no hay crisis para los que corren la carrera por duplas más importante de Sudamérica. Está, pero aquí, en el Trasmontaña, no se nota. O al menos, son muchas las acciones que los bikers hacen para que la situación sea lo menos crítica posible. Manuel Taleb, el compañero de Marcelo, pone el ejemplo de lo que él hizo para no perderse la carrera. “Si cobrás $1.000 y sabés que tenés de gasto fijo $500, de esos 500, sacás $200 para el Trasmontaña y los otros 300, quedan libres”, elaboró su teoría. ¿Y en la práctica? “Con el aguinaldo pagué unas cosas que debía en la bicicletería. Y lo que me quedó fue para la carrera”, comentó.
Los paranaenses apuntaron que en alojamiento en la presente edición no gastaron más que en la anterior, pero sí el traslado terrestre en los vehículos particulares subió. “Un 35 por ciento”, estimó Sebastián Cucci, que competirá por quinta ocasión. Él llegó desde Tandil acompañado por Ramiro Cepeda, Andrea Del Oso y Paola Saporiti. “Dejar a los hijos”, responde Paola cuando se habla de los sacrificios que se hacen para el Trasmontaña. Aunque parece que hay más sufrimiento que alegría, hay buenas razones por las que se acepta sufrir. “Los paisajes te generan mucha emoción”, contó Andrea.
Es por eso también que Jesús Agustín Luna y Néstor Julio Aparicio llevan corriendo 15 años, sin parar. Desde Buenos Aires, de las localidades de Moreno y Marcos Paz, ellos piensan, durante todo el año, en unir San Javier y El Portezuelo. “Es ‘la’ carrera que elegimos en el año. Entra en la economía del hogar”, dice Jesús, entre lo cómico y lo real.
“Es todo un proceso en el que se trata de ahorrar porque no es sólo el gasto de traslado, también hay que tener las bicicletas adecuadas, la alimentación, la suplementación… es todo un proceso”, indicó Luna. Y agregó: “Apenas terminemos, empezamos a preparar la carrera del año que viene”.
“Todos estamos en la misma situación. Hasta al equipo grande se le hace difícil”, reconoció Fernando Contreras. El mendocino es serio candidato a ganar la general de hoy junto con el catamarqueño Álvaro Macías. Contreras es integrante del equipo Venzo. Cuando le dio su opinión a LG Deportiva finalizaba la reunión técnica con el director del conjunto. Contreras se mueve en un nivel profesional, pero no es ajeno a la situación. “Yo también lo pasé, sigo viajando y só cómo suben los precios. Pero el Trasmontaña es la carrera que la gente prefiere. Es sorprendente cómo se adaptan todos para estar presentes”, destacó Contreras.
Desde Paraná le tiran al mendocino una explicación para su sorpresa, con una metáfora. “Es como el tipo que juega: él va a jugar todos los días. Nosotros tenemos el vicio que es la bici y sabemos que lo que nos gusta es el Trasmontaña, porque es una montaña rusa de emociones y de sensaciones: desde el miedo de la bajada hasta la desesperación por subir lo más rápido posible. Estás esperando todo el año sentirlo”, afirmó Manuel. Y ante eso no hay crisis que frene a la bicicleta.
DE PARANÁ AL CERRO. Manuel Taleb, su mujer Romina Stang y Marcelo Chávez, el compañero con el que desea terminar hoy la carrera, lucen la gorra oficial del grupo. Sí, del grupo porque los 12 paranaenses diseñaron el modelo y además un chaleco que llevan el número de competencia. Tanto es el fanatismo que Marcelo tiene por el Trasmontaña que se tatuó el logo y la palabra en el gemelo de su pierna derecha. Manuel, por su parte, en cada pierna tiene tatuados unos enormes pistones.
Todo lo que hay que saber
La actividad comenzará temprano en San Javier
Los primeros bikers llegarán a San Javier antes de las 7, ya que una hora después comenzará la largada. La partida será desde la calle 15 (muy cerca de la zona de la rotonda de San Javier). Partirán ocho parejas cada un minuto. El Trasmontañita se iniciará a las 9 desde La Sala. La llegada de ambas competencias será en El Portezuelo. Los últimos llegarán aproximadamente a las 18. En la zona de la llegada habrá carpas en las que se podrán comprar bebidas y comidas.
Los candidatos empezarán más tarde
Los bikers que se perfilan como candidatos para ganar la clasificación general serán casi los últimos en largar. La dupla Darío Gasco (foto)-Germán Dorhmann, Álvaro Macías-Fernando Contreras, Ricardo Pelegrina-Franco Molina, que competirán en Elite, largarán entre las 12.40 y las 12.45.
Categorías para todos los gustos
El vigésima sexta edición del Rally tendrá un total de 31 categorías, de las cuales 27 pertenecen al Trasmontaña y cuatro al Trasmontañita, donde compiten los bikers de Padres e Hijos A-1, Padres e Hijos A-2, Promocionales y Menores B.
Un exigente recorrido por los senderos
Los bikers deberán unir el recorrido de punto a punto. Al ser una competencia en parejas, se computará el tiempo de llegada del segundo integrante del binomio. Los que corran el Trasmontaña deberán completar 45 kilómetros, mientras que los del Trasmontañita recorrerán 25 kilómetros.
Hidratación para los corredores y seguridad en el circuito
Los corredores tendrán cuatro zonas de abastecimiento. Se entregarán agua mineral, jugos hidratantes, bananas, manzanas y naranjas. El primero estará a un kilómetro de La Sala, el segundo en la zona de El Telégrafo, el tercero antes de El Maciel y el último en la llegada. Habrá cerca de 200 personas afectadas a la seguridad, 10 camionetas, tres autos de los bomberos, 12 enduristas con sus motos, cinco ambulancias y 80 rescatistas.