El sábado en horas de la siesta, la tragedia se hizo presente en la Ruta 92, a unos 15 km de la ciudad de santiagueña de Quimilí, donde dos camiones protagonizaron un terrible choque frontal, y posteriormente se incendiaron, produciendo las muertes de los conductores y de un acompañante.
La fatal colisión fue protagonizada por un camión con acoplado que llevaba una carga de maíz, y otro rodado similar que transportaba algodón. Los conductores y el acompañante de uno de ellos quedaron atrapados entre los hierros y murieron.
Según las fuentes policiales, el primero en llegar al lugar del accidente fue un hombre identificado como Joaquín Ismael Aliar, quien nada pudo hacer para auxiliar a las víctimas, ya que ni siquiera se pudo acercar a los camiones envueltos en llamas, y solo atinó a alertar de la tragedia a la Policía.
Cuando los efectivos y los bomberos, a cargo de Joaquín Rapetti, llegaron al lugar, se encontraron con un dantesco escenario, ya que las llamas se habían extendido hacia ambos rodados y acoplados, por lo que tuvieron que trabajar arduamente para apagar el fuego y para sacar a las víctimas desde las cabinas de los rodados.
Los policías intervinientes se abocaron a realizar las pertinentes averiguaciones, en procura de identificar a las víctimas, lo cual finalmente pudieron lograr.
El conductor del camión que transportaba maíz resultó ser Luis Garay (45), quien era oriundo de Cosquín (Córdoba), en tanto que el otro rodado era guiado por Oscar Corrales, residente en Las Breñas (Chaco), el cual era acompañado por Agustín Lautaro Málaga (18), de Vilelas (Juan Felipe Ibarra).