El Indec difundirá este jueves el dato de inflación correspondiente a julio. En el Gobierno, se replican las voces que el número será menor a junio y que marcará con fuerza una una desaceleración desdela escalada vista en el primer semestre del año, cuando sumaron más de 25%.
Los economistas, en tanto, apuntan a un IPC que puede estar en 3% o incluso unas décimas por debajo por primera vez en los últimos 10 meses. Aunque alertan por lo que vendrá: pasado el calendario electoral para el que prevén que los precios regulados, hoy planchados, y el tipo de cambio empiecen a salir del “corset”.
Según el Relevamiento de Estimaciones de Mercado (REM), que elabora el Banco Central, la principal preocupación de los economistas pasa por cómo será el despegue de los precios en el último mes del año y el primer bimestre 2022.
Como punto de partida, el consenso de las principales consultoras apunta a una inflación de 3% en julio. Algunos incluso la ubican en 2,8%, el nivel más bajo del año y que no se veía desde septiembre de 2020, último mes de las restricciones más duras por la pandemia.
Para agosto, las proyecciones privadas apuntan a 2,7% de IPC, idéntica variación en septiembre y octubre y un 2,8% para noviembre. La inflación de 2021 en tanto la ubican en 48%, casi 20 puntos por encima de la meta original que el ministro de Economía, Martín Guzmán, plasmó en el Presupuesto.
En tanto, después las elecciones, prevén que los precios retomen una senda alcista y estiman alzas de 3,1% para diciembre y de 3,2% para enero de 2022. Eso porque los economistas sostienen que la desaceleración de la inflación es coyuntural y está relacionada con factores clave:
- Dólar planchado: acumula una suba de 11% la cotización del mayorista o comercial, contra más de 20% de las opciones financieras, que también fueron intervenidas con mayores regulaciones desde mediados de julio.
- Regulados encorsetados: los valores de los combustibles subieron 34% en los primeros cinco meses del año, desde cuando se mantienen congelados. A eso se suma la actualización de tarifas de electricidad y gas menores a un dígito.
- Acuerdos y controles sobre alimentos: Precios Cuidados, Súper Cerca, el cepo exportador a la carne y un convenio de valores congelados hasta las elecciones se suman al combo “desacelerador”.
“Las razones de la baja nos (del IPC de julio) permitirán precisar su duración, además de su sostenibilidad y los cambios que podría producir al interior de la economía”, sintetizó un reciente informe de la consultora Ecolatina.
Al respecto, planteó que ese factor, sumado a un freno en la escalada de los valores internacionales de los commodities y el dólar “bajo control” harán que el ritmo de la inflación pase de 4% mensual en el primer semestre a 3% en el segundo.
Pero la consultora alertó que “el gran problema es que esta baja no será duradera, sino que se volverá insostenible por su propio peso: Cuando las anclas son forzadas y se acumulan atrasos, la dinámica termina pasando factura más temprano que tarde. En consecuencia, no solo tendremos una inflación mayor al 40% en 2021: también será así en 2022″.