En clave electoral, con el objetivo de forzar la discusión sobre los efectos de la pandemia en la economía, la vicepresidenta Cristina Kirchner buscó trasladar la responsabilidad por la crisis económica al gobierno de Mauricio Macri. En un acto en Lomas de Zamora, un bastión del Conurbano para el Frente de Todos, le pidió a la oposición que “baje un cambio”.
Así, la primera presentación de la expresidenta en la campaña electoral giró alrededor de la deuda. “El pico de endeudamiento fue en 2018. Con el gobierno anterior dominaron los capitales especulativos″, sostuvo la expresidenta, que utilizó gráficos para reforzar sus palabras. “Con el gobierno anterior se rifaba libremente el país”, dijo.
En su repaso, Cristina Kirchner aseguró que la anterior administración “no cuidó las reservas del Banco Central” y recordó que después de la elección de 2019, Alberto Fernández “hizo ejercicio de responsabilidad institucional y salió a decir que el precio del dólar” de la anterior Macri, que aún gobernaba, “estaba bien”.
Sobre el final del discurso, después de hablar de los efectos de la pandemia en el mundo -usó como ejemplo una nota a Marcela Tinayre en la que describe los problemas que atraviesa Francia-, Cristina Kirchner aseguró que la Argentina saldrá de la pandemia y, levantando el tono de voz, cerró: “Nos vamos a tener que hacer cargo del muerto que nos dejaron, pero a los que nos lo dejaron les pido un poco más de solidaridad y de patriotismo”.
En este punto, la vicepresidenta le hizo un pedido especial a la oposición. “¿No será hora de que bajen un cambio? Con todo el derecho que hay a disentir, pero a pensar, no a mentir, en lo que cada uno ha hecho en la bendita historia del país”, manifestó.
Sin el presidente Alberto Fernández, desde Lomas de Zamora, rodeada por su militancia y los principales funcionarios y dirigentes del kichnerismo, la expresidenta encabezó el lanzamiento de un plan del municipio y de la Provincia basado en el programa “Qunita”, que cerró y judicializó el gobierno de Mauricio Macri. Por eso cuestionó en duros términos al expresidente.
“En el último acto hablé de la necesidad de abordar una discusión en serio de los temas que comprometen a los argentinos. Y me acordé que este 12 de agosto se cumplen exactamente dos años de aquella conferencia de prensa posterior a las PASO. Provocó la ira de quien entonces era presidente [por Mauricio Macri] que salió a dar una conferencia de prensa donde se comenzó a instalar que porque había ganado el Frente de Todos teníamos un problema que no había confianza y los capitales se iban. ¡Mentira! Había pasado un año anterior”, comenzó su discurso la vicepresidenta, que hizo referencia a los festejos vía redes por los dos años de las primarias, fotografía en la que no aparecía Cristina Kirchner. “Algunos se olvidaron de la foto, muy bien La Cámpora. Siempre memoria”, ironizó.
“Esta reedición de Qunita me gusta más que la hicimos en 2015. No había necesidad de destruirlo, siempre se lo puede mejorar. Todo puede ser mejorado y ampliado”, manifestó sobre el plan que se puso en marcha.
La vicepresidenta llegó a Lomas una semana después de que un grupo de manifestantes nucleados en organizaciones sociales ingresó a la fuerza al Palacio Municipal que gobierna Martín Insaurralde. Se trató de una protesta con ribetes violentos cuyo trasfondo es la pelea por el control de los planes sociales en ese distrito del sur del conurbano bonaerense. Incluso, desde el Instituto Patria deslizaron que podría estar involucrado el Movimiento Evita.
Cristina Kirchner estuvo acompañada por el gobernador bonaerense, Axel Kicillof; el intendente local, Martín Insaurralde; el ministro del Interior, Eduardo de Pedro; el jefe de la bancada del Frente de Todos en Diputados, Máximo Kirchner; la jefa comunal de Quilmes, Mayra Mendoza; el ministro de Desarrollo bonaerense, Andrés Larroque, entre otros líderes de La Cámpora. Antes de la presentación, De Pedro e Insaurralde entregaron patrulleros a la policía local.
También estuvieron presentes los dos primeros candidatos de la lista bonaerense, Victoria Tolosa Paz y Daniel Gollán; el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, y la vicegobernadora Verónica Magario.
Antes de la exmandataria habló el gobernador bonaerense. “Hacer política haciendo daño, impidiendo que miles de familias recibieran las cunitas, es algo inexplicable. ¡Cuántas vidas se perdieron por haber discontinuado el programa! El único objetivo de la causa Qunita era la persecución”, resaltó Kicillof.
La palabra de Máximo
Más temprano quien habló fue Máximo Kirchner, quien, como su madre, puso el foco en el tema de la deuda. “La primera deuda que tenemos que afrontar es con nuestra sociedad”, dijo el jefe de la bancada del Frente de Todos en la Cámara de Diputados, quien en Derqui inauguró oficinas de la ANSES junto a la titular del organismo, Fernanda Raverta, y al intendente de Pilar, Federico Achaval.
“Han sido dos años dificilísimos. Tras la pandemia de esas viejas ideas económicas que volvieron a atraer a la Argentina allá por el 2016, vino ésta, global que puso el mundo patas para arriba en pocos segundos”, sostuvo el jefe de La Cámpora.
En este punto, en clave electoral, Kirchner aprovechó la oportunidad para criticar al gobierno de Macri. “No sólo hay un daño que se hace en el momento donde se toman mal las decisiones cuando se gestiona el Estado. Hay daños que perduran, como el del Fondo Monetario”, describió.
Y agregó: “La pregunta que nos tenemos que hacer todos los días, argentinos y argentinas, cuando nos levantamos, nos guste o no nos guste la política, nos parezcan buenos malos, más aquí o más allá es: ¿en qué país nos queremos desarrollar? ¿En qué país queremos vivir y a dónde queremos conducir a nuestra sociedad? Cada dólar que se destina al Fondo Monetario son muchos pesos menos que se invierten en el desarrollo humano de un pueblo. Y el pueblo argentino siempre se ha hecho cargo de sus deudas. Incluso, ustedes recordarán allá a finales del 2005, supimos cancelar 10 mil millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional con un enorme esfuerzo de la gente”.