En una nueva medida para frenar la presión sobre el dólar y tentar a los ahorristas a quedarse en pesos, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció este viernes que cualquier persona mayor de 18 años podrá abrir un plazo fijo en un banco sin ser cliente.
Des esta manera, los usuarios tendrán la posibilidad de mover sus ahorros entre las distintas entidades buscando la mejor tasa disponible. La nueva operatoria solo estará disponible de forma digital y para colocaciones en pesos.
Los bancos tendrán hasta el 30 de abril próximo para adecuarse a ella.
En un comunicado, la entidad encabezada por Guido Sandleris señaló que “la normativa tiene como finalidad brindar más opciones a los usuarios para canalizar sus ahorros y mejorar su experiencia, y busca fomentar la competencia”.
Según el mecanismo diseñado por el BCRA, “la operación se iniciará en los bancos que ofrezcan tasas para no clientes y finalizará en el home banking de la entidad donde el usuario tenga su cuenta”, es decir que cuando finalice el período de colocación, el capital y los intereses volverán a la cuenta de origen.
Siempre de acuerdo al Banco Central, estos plazos fijos “serán intransferibles, no implicarán costo para los usuarios, y tampoco tendrán requisitos de papeleo ni otros trámites engorrosos”.
“Para generar mayor transparencia, acceso a la información y para que el usuario pueda elegir de una manera simple, el Banco Central les requerirá a los bancos que informen diariamente la tasa de interés de un mismo producto. Esa información estará a disposición de los usuarios en este sitio web, en una tabla comparativa”, precisó la entidad.
Hasta el 1 de abril, el promedio de la tasa de los plazos fijos de bancos privados era de 43,47 %, según el Banco Central. En general, a 30 días, van del 37 a 50% dependiendo la entidad y la cantidad de dinero que se deposite, aún bastante por debajo de las Letras de Liquidez (Leliq) que diariamente licita el Banco Central y que este viernes llegaron a 67,3%.
Los bancos se excusan en la volatilidad que tuvieron las tasas en los últimos meses a la hora de explicar por qué tarda tanto en llegar el alza al cliente minorista. Pasaron del pico de 73,50% de octubre pasado al piso de 44% en febrero y a 68% en marzo. Dicen que el traspaso es lento tanto para arriba como para abajo porque se busca que antes de hacer las modificaciones los números se estabilicen.
Contra este argumento, el Central hizo dos jugadas en los últimos días. Por un lado, subió del 65 al 100% de los depósitos la cantidad de Leliq que pueden tener los bancos. Esto hace que quieran captar más fondos de sus clientes (y ofrezcan mejores condiciones) para así poder tomar más Letras a tasas altas. Por otro, el lunes estableció que durante todo abril la tasa de política monetaria no va a bajar de 62,5%. Ese piso les da la “estabilidad” que esperaban las entidades. Todo apunta a evitar que los ahorristas se vayan al dólar.
CLG
