La salida que encontró Alberto Fernández a la crisis política que se desató con Cristina Kirchner fue una reformulación de parte de su gabinete que hizo lugar a las principales exigencias que había hecho la vicepresidenta. Además, incluyó recambios en áreas que, a los ojos de Fernández, tenían problemas de gestión o necesitaban una oxigenación. Lo más relevante es que -tal como pidió la titular del Senado- Santiago Cafiero dejará de ser jefe de Gabinete. No se irá del Gobierno pero caerá en el organigrama: pasará a ser canciller, en reemplazo de Felipe Solá.
El nuevo jefe de gabinete y ministro coordinador del equipo nacional será el gobernador tucumano Juan Manzur. Pedido por Cristina (según ella misma reveló en su explosiva carta abierta), el gobernador se resistía a dejar su terruño por el conflicto que tiene con su segundo, el vicegobernador Osvaldo Jaldo. Aunque parecía de difícil resolución, la Casa Rosada hizo ayer gestiones durante todo el día para intentar garantizarle al mandatario el control político de su provincia, de forma que pudiera dar el salto a la Nación.
Eduardo “Wado” De Pedro, en tanto, seguirá siendo ministro del Interior. El principal alfil de la vicepresidenta en la Casa Rosada había desatado el tembladeral político esta semana cuando, sin previo aviso al Presidente, difundió una carta de renuncia, como una forma de forzar los cambios que el jefe de Estado se resistía a hacer en otras áreas. Su dimisión “a disposición”, junto a la de la titular de la Anses, Fernanda Raverta -otro cuadro de La Cámpora- había desatado un fenómeno en dominó, porque a ellos los imitaron varios funcionarios kirchneristas. Fue una sublevación que generó una crisis política inédita para el Presidente.
Pero después de ese episodio y de versiones cruzadas sobre su salida, finalmente De Pedro seguirá en su puesto y en su despacho de la planta baja de la Casa Rosada. “Wado” fue prenda de negociación durante las últimas horas para sellar una tregua, pero mantuvo el cargo.
Lo mismo pasará con Martín Guzmán en Economía. Si bien la principal crítica del kirchnerismo a la gestión de Fernández es la falta de eficacia para nutrir de fondos a los bolsillos y a pesar del disgusto que provocan en la vicepresidenta las medidas más ortodoxas del Palacio de Hacienda, el ministro se quedará en el gabinete al menos hasta cerrar un acuerdo con el FMI. Cristina, sin embargo, ya dejó en claro que quiere cambios en el proyecto de Presupuesto que presentó Guzmán esta semana.
Aníbal Fernández, en tanto, reemplazará a Sabina Frederic en Seguridad. Miembro del Grupo Callao -la usina política del jefe de Estado cuando estaba en el llano- la gestión de Frederic generaba cortocircuitos en un área sensible de cara al desafío electoral. Constantemente fue erosionada por el ministro de seguridad bonaerense, Sergio Berni, un soldado de la vicepresidenta en el gabinete de Axel Kicillof.
Los cambios en el gabinete (seis ministros y un secretario de Estado) fueron anunciados pasadas las 22 del viernes, mediante un comunicado, minutos después de que Fernández dejara la Casa Rosada tras una jornada de frenéticas negociaciones, que tuvieron a Cafiero y De Pedro como principales embajadores de ambos “bandos”, a los que se sumaron Sergio Massa -que se mantuvo en todo momento en territorio neutral-, Máximo Kirchner, Raverta y Gabriel Katopodis (Obras Públicas), el último en visitar al jefe de Estado en su despacho.
Julián Domínguez irá al ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, un cargo que ya ocupó durante el kirchnerismo. Desde hace tiempo Fernández lo consideraba para un cargo y ahora reemplazará a Luis Basterra. Jaime Perzyck, rector de la Universidad de Hurlingham, será el nuevo ministro de Educación en lugar de Trotta. Y Daniel Filmus asumirá en Ciencia y Tecnología para reemplazar a Roberto Salvarezza, uno de los funcionarios cercanos al kirchnerismo que se había sumado a la ola de renuncias en masa.
Juan Pablo Biondi, que hoy presentó su renuncia indeclinable como vocero presidencial, será reemplazado por Juan Ross. Hasta ahora trabajaba como director de Publicidad Oficial dentro de la Jefatura de Gabinete. “La renuncia de Biondi fue entregada a la mano del Presidente, hablaron durante dos horas”, dijeron fuentes al tanto de la escena. El vocero presidencial era uno de los funcionarios incondicionales de Fernández, además de su amigo personal. Siempre creyó que llegaría y se iría junto a su jefe. Pero tras ser apuntado duramente por Cristina Kirchner en su explosiva carta, la situación fue insostenible para el jefe de Estado.
La mayor dificultad de a jornada estuvo en encontrar los reemplazos para conformar el equipo que dejara atrás la crisis política: varios de los candidatos declinaron la oferta para sumarse al gobierno nacional. Entre ellos, el embajador en Uruguay, Alberto Iribarne, y el gobernador de San Juan, Sergio Uñac.