Un “pai umbanda” que era buscado desde hace casi tres años por la Justicia de Mar del Plata, acusado de abusar sexualmente a dos hijas menores de edad, fue detenido ayer en Tucumán, pocas horas después de que se diera a conocer públicamente su imagen e identidad para lograr su localización.
Se trata de Rosendo Miguel Acosta (67), quien estaba prófugo desde octubre de 2017, cuando no se presentó en los tribunales de la ciudad balnearia para el inicio de un juicio en el que se lo imputaba por el delito de “abuso sexual agravado con acceso carnal”.
Fuentes judiciales informaron a Télam que “gracias a la difusión de sus datos y su imagen a través de los medios” Acosta fue reconocido por un vecino de “Yonopongo”, un paraje del sudeste tucumano a la vera de la ruta 38 y en la comuna de León Rougés, departamento de Monteros.
El poblador que detectó las coincidencias entre la información difundida y un hombre que se había radicado hacía pocos meses en el lugar se comunicó por teléfono con la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) marplantense, y luego se puso en marcha el procedimiento que permitió confirmar su identidad.
Acosta fue detenido y tras la intervención de la Justicia de la jurisdicción se dispuso que cuatro menores que vivían con él, y que el imputado identificó como sus hijos, fueran examinados en el Hospital de Monteros.
En las próximas horas, el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Mar del Plata deberá coordinar el traslado del acusado, que será alojado en la Unidad Penal 15 de Batán hasta que se disponga una nueva fecha para el juicio pendiente.
El hombre está acusado de haber violado a dos hijas cuando eran adolescentes, al menos entre diciembre de 2013 y el mismo mes de 2014, y según consta en la requisitoria de elevación a juicio, presentada en diciembre de 2015, las lesiones denunciadas fueron verificadas por profesionales del Hospital Materno Infantil de Mar del Plata y por médicos legistas.
El pedido para difundir sus datos a través de medios nacionales lo realizó ayer la fiscal Andrea Gómez, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 4 y quien llevó adelante la investigación desde que los abusos fueron denunciados por la madre de las víctimas, en enero de 2015.
La fiscal indicó que Acosta está acusado de “gravísimos hechos” y que se desconocía su paradero desde el 3 de octubre de 2017, cuando no se presentó en los tribunales para el inicio del juicio por el delito imputado.
La fecha original para el comienzo de ese proceso era el 6 de noviembre de 2016, pero entonces se dispuso una reprogramación, ya que el hombre argumentó a través de su defensor que no podía trasladarse por cuestiones de salud desde su lugar de residencia en Termas de Río Hondo, Santiago del Estero.
Tras su ausencia para el arranque del debate oral, la Justicia ordenó su detención, pero el hombre no fue localizado.
Acosta contaba con varios domicilios, algunos en Mar del Plata, y los investigadores confiaban en que fuera a votar en las últimas elecciones, pero el área de delitos sexuales de la DDI local informó a la fiscal que “no se hizo presente” en la mesa en la que estaba empadronado, por lo que profundizaron la búsqueda que finalmente posibilitó su captura.
