En medio de las versionas que la vinculaban con nuevas funciones en la Casa Rosada, la diputada nacional del Frente de Todos, Gabriela Cerruti, renunció a su banca en la Cámara baja, que llegaba a su término en diciembre, según le confirmaron a LA NACION fuentes cercanas a Sergio Massa. Las versiones indican que la exlegisladora kirchnerista se sumaría al área de comunicación con un rol informal. Ella, hasta ahora, negó que vaya a ocupar cargos.
De todos modos, su renuncia sería el paso previo a su incorporación con un rol de asesoría en el Gobierno. La hasta ahora diputada, que tiene mandato hasta diciembre, había estado con el presidente Alberto Fernández hace unos días.
En julio pasado, Cerruti había anunciado que dejaba la política para volver al periodismo. “Después de maravillosos 18 años de haber sido parte de las instituciones de gobierno desde distintos ámbitos y lugares, vuelvo al periodismo, los libros y las luchas por transformar la realidad desde espacios sociales y comunitarios”, escribió en las redes sociales.
Según pudo saber LA NACION días atrás, el rol de quien deja la Cámara de Diputados será el de “una vocera con voz”. Es decir que, si se concretara, la idea es que diariamente dialogue con la prensa desde Balcarce 50. Así, su cargo sería diferente al exvocero de Alberto Fernández, Juan Pablo Biondi, quien no tenía apariciones en los medios.
Cuando se difundieron las primeras versiones sobre el desembarco de Cerruti al Gabinete, desde el entorno del Presidente aclararon que “el Presidente no necesita vocero presidencial”. Sin embargo, reconocieron que Fernández estuvo reunido con Cerruti, “con quien lo unen más de 20 años de amistad”. En el encuentro, hablaron sobre “comunicación institucional”, aunque insistieron en que “no va a existir el cargo de vocero presidencial”.
“Se va a sumar para ponerle voz a la agenda del gobierno”, sostuvieron distintas fuentes consultadas por este medio. En ese sentido, resaltaron su participación en cuestiones de género, incluso cuando ella criticó con dureza al nuevo jefe de Gabinete, Juan Manzur.
“Me parece mal que no haya paridad en el Gabinete. Rechazo y me entristece que el nuevo jefe de Gabinete sea un antiderechos. Pero elijo resistir o avanzar junto a mis compañeras, según el momento que nos toque, en el único movimiento político que siempre amplía derechos”, había tuiteado Cerruti, frente a la llegada del exgobernador tucumano.
Sería el mismo Presidente quien sugirió el nombre de Cerruti, ya que contaría con el aval de referentes femeninos en el Gabinete. Entre ellas se mencionó a Vilma Ibarra, secretaria de Legal y Técnica. “Vilma y Gabriela tienen buena onda, pero el nombre de Cerruti salió de Alberto, no de ella”, precisó una fuente oficial. “Él y Cerruti se conocen desde hace años, en especial de la etapa de Ciudad y siempre tuvieron buena onda. Alberto siempre le tuvo mucha estima”, completó otra.
“Cerruti tiene experiencia a nivel periodístico como político y su llegada va a descomprimir la situación que se dio después del recambio de Gabinete, en la que no hubo margen para ver cómo quedaba la cuestión de Género con todas las idas y vueltas que hubo que hacer para saldar lo que pasaba”, resumieron cerca del mandatario.