Termina la primera etapa de la producción de la vacuna contra el Covid de AstraZeneca en Argentina. La planta Mabxience, de Garín, concluirá en las próximas horas los últimos lotes de los primeros 150 millones de dosis que tenía como meta el contrato que firmó con el laboratorio británico. La noticia coincide con que nuestro país está terminando de recibir las últimas dosis del contrato por 22,4 millones.
Según datos del Ministerio de Salud, han arribado hasta el momento 18.989.000 dosis de AstraZeneca cuyo principio activo se produjo en Argentina. Aparte se recibieron 5.276.400 dosis: 580.000 de Covishield, 1.944.000 recibidas por el mecanismo Covax, 2.202.800 donadas por España y 549.600 por Canadá.
Quedan por llegar entonces 3.411.000 dosis de las fabricadas en el país. Clarín consultó sobre los tiempos a AstraZeneca. “Continuamos enfocados en completar las entregas relacionadas al contrato vigente con el Gobierno de Argentina. Esperamos haber despachado un volumen superior al 90 por ciento del total del contrato al cierre de octubre”, explicaron sus voceros.
¿Habrá un nuevo contrato entre Argentina y AstraZeneca una vez que se concluya con el primero? “No hay conversaciones en curso con el Gobierno sobre acuerdos adicionales”, fue la respuesta del laboratorio. Clarín consultó también al Ministerio de Salud: “Cuando haya novedades vamos a informar”, respondieron sin mayores detalles.
Por otro lado, fuentes del laboratorio MabXience, propiedad del empresario Hugo Sigman, aseguraron que es casi un hecho que esa planta continuará fabricando más dosis de AstraZeneca para Latinoamérica (salvo Brasil). Concluida la meta de los 150 millones de dosis, en breve comenzará la segunda etapa por 100 millones de dosis extra.
La ministra Vizzotti, al recibir un cargamento de AstraZeneca. Foto: Ministerio de Salud
El mayor mercado de AstraZeneca en la región es México, que hizo su primer contrato con el laboratorio por 77 millones de dosis. En el laboratorio Liomont de México se realiza el envasado y formulado de la vacuna. Otros estados del continente que han comprado AstraZeneca son Bahamas, Belice, Bolivia, Brasil, Canadá, Islas Cayman, Chile, Colombia, Costa Rica, Dominica, Ecuador, El Salvador, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú, Surinam y Uruguay.
El contrato argentino con AstraZeneca fue fuente de controversias debido a los plazos en que el laboratorio pudo entregar los lotes comprometidos. El país compró 22.431.000 dosis por un costo total de 89.719.368 millones de dólares, a razón de 4 dólares la dosis: la vacuna más barata del mercado. El 60 por ciento Argentina lo pagó por adelantado.
Hubo un cronograma tentativo inicial entre el laboratorio y el Gobierno para que las dosis arribaran entre los meses de marzo y julio, aunque luego la realidad fue modificando esos tiempos, sobre todo debido a las demoras en el proceso de terminado de las dosis en México y a que la mayor parte de las vacunas quedaba en suelo azteca.
Hubo momentos de tensión entre el Gobierno argentino y el laboratorio. En abril, cuando las dosis no llegaban al país, el presidente Alberto Fernández expresó: “Me reuní con el CEO de la empresa y le expresé mi malestar por lo que está pasando”.
La ministra Carla Vizzotti también debió pedir precisiones sobre los tiempos de entrega cuando la situación se dilataba. Y en julio realizó un viaje al Reino Unido con la asesora presidencial Cecilia Nicolini, ante la falta de fluidez en los envíos.
Vizzotti y la asesora Nicolini, en la sede del laboratorio AstraZeneca, en Reino Unido.
La habilitación de una planta alternativa de envasado en Albuquerque, Estados Unidos, por parte de AstraZeneca, agilizó las entregas. Luego, cuando toda la producción del antígeno volvió a viajar a México, el abastecimiento se estancó nuevamente por un tiempo. En las últimas semanas cobró ritmo otra vez. Con lo que se estima que antes de fin de año el 100 por ciento de lo comprometido estaría entregado.
Más allá de estos contratiempos, la vacuna de AstraZeneca terminó siendo la más valorada por los argentinos -según un sondeo publicado por Clarín-, cuando se dio a elegir entre las más aplicadas en el país. Si bien su eficacia ha demostrado en los ensayos clínicos ser más baja que la de la Sputnik V, su plus es que, a diferencia de la rusa, está aprobada por la Organización Mundial de la Salud.
Ahora habrá que ver si la experiencia del primer contrato del Gobierno con AstraZeneca lo lleva a repetir la experiencia con la vacuna de Oxford o, en su defecto, prefiere apostar a otros laboratorios. A la fecha resta el arribo de más de 35 millones de dosis de Pfizer y Moderna, más de 10 millones de Sputnik y casi 5 millones de Cansino.
Pero la vacunación deberá seguir en adelante en el país y más aún cuando surge la necesidad de terceras dosis. El objetivo de mediano plazo, gracias a la inmunización masiva, es que el Covid se transforme en un resfrío leve. Pero para eso Argentina seguramente necesitará muchas más dosis de las que ya contrató.
PS