El Gobierno le dio un ultimátum a las grandes empresas alimenticias para cerrar un acuerdo que paralice los precios de más de 1.600 productos de la canasta básica. En lo que va de octubre, el costo de los alimentos se vio incrementado 1,6% en promedio, con fuertes incrementos en el pan, el azúcar y el aceite.
Un relevamiento efectuado en supermercados y negocios barriales de la ciudad de Buenos Aires registró un aumento del 1,66% durante la primera quincena de octubre. Sin embargo, el saldo en lo que va del año es más preocupante: el costo de los alimentos se encareció por encima del 43%.
Concretamente, el informe de la organización Consumidores Libres se enfocó sobre el precio de los 21 productos de la llamada “canasta básica de alimentos”. Respecto a los precios de productos de almacén, en general subieron 3,11% en lo que va del mes, con fuertes alzas para el aceite de girasol (3,02%), el kilo de pan (4,5%) y el kilo de azúcar (5,2%).
Tensión entre Gobierno y empresarios por un acuerdo de precios
El secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, anunció que con el sector empresario abrieron “un compás de espera de 12 horas” para seguir negociando y alcanzar un acuerdo que retrotraiga los precios a los valores vigentes al 1 de octubre pasado que se extenderá por espacio de 90 días. En un contacto con la prensa luego de la reunión, el funcionario sostuvo que “hubo muchas declaraciones en favor del acuerdo” por parte de los empresarios que participaron de la reunión.
Aún así, Feletti no reparó en dejar un mensaje contundente a los popes de las alimenticias: “Los datos hablan por sí solos. En lo que va de octubre observamos que latas de conserva, café y artículos de limpieza registraron subas de hasta el 20%”. Además, subrayó que el 47% de las empresas tienen más del 70% de los más de productos que estarían incluidos en el acuerdo. “Si no acuerdan para después del mediodía tendremos que sacar una Resolución de Precios Máximos. No hay mucho más tiempo para acordar porque nos preocupa la aceleración de la inflación en octubre”, disparó Feletti. Del otro lado, la predisposición no era la mejor.
En la previa de la reunión con el Gobierno, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) y de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), Daniel Funes de Rioja, cuestionó el congelamiento de precios que decidió la Secretaría de Comercio Interior hasta fin de año y consideró que una medida de esa naturaleza “no sirve para mucho en ningún país del mundo”.
En una rueda de prensa tras la finalización del evento de Consejo Interamericano de Comercio y Producción en el Hotel Alvear, Funes de Rioja, criticó la decisión del Poder Ejecutivo de mantener fijos los valores de una canasta: “Nosotros queremos dialogar y construir. Obviamente tenemos puntos de vista, hay reglas de juego que necesitamos que se respeten en la medida de lo posible, pero vamos a poner toda la buena voluntad porque no queremos conflicto. Espero que sea así”.
“Ni los controles de precio ni los congelamientos (nos gustan). Forman parte de una deformación que es la inflación, que es algo que no le viene bien a nadie. En los 70′ uno podía ‘cabalgar’ a la inflación, después la hiper nos demostró que era inmanejable. Si los países de la región están con niveles de inflación diez veces menor, eso produce disrupciones en todos los mercados. Tratemos de hacer entre todos un país normal, pero de la noche a la mañana no se hacen esas cosas”, mencionó Funes de Rioja.