La reacción de Cristina Kirchner, cuando varias situaciones trágicas ocurrieron durante sus gobiernos, fue la de no dar la cara jamás. Para la tragedia de Cromañón, en donde murieron 194 personas, el propio Néstor Kirchner apareció 15 días después, pero la por entonces senadora nacional ni siquiera eso. Para la tragedia de Once, donde fallecieron 52 ciudadanos, la expresidenta hasta hacía chistes de mal gusto.
Está claro que la ahora vicepresidenta es en realidad una pobre cobarde. En esa línea, se puede agregar que cuando explotó el volcán Puyehué en 2011, que afectó cientos de hectáreas y a gran parte de la Patagonia, la actual vicepresidenta manifestó que la angustia era “psicológica”. Esta es Cristina Kirchner ante las tragedias, los malos momentos. La conclusión es muy simple. Cristina Kirchner, en las malas, se borra.
En hechos más recientes, como durante la situación más crítica de la pandemia de coronavirus, Cristina Kirchner directamente “desapareció”. Esto demuestra el desinterés de Cristina Kirchner ante el tema pandemia y consecuencias, ya que habló una sola vez de la pandemia, nunca habló de los muertos, nada. Entonces, la moraleja es que a la sociedad no le gusta esto, que se borre en las malas. ¿Por qué? Porque se sienten huérfanos.
La única verdad es la realidad y la misma indica que en los momentos difíciles nunca estuvo, como fue el caso de su derrota en el año 2015, cuando no quiso entregar los atributos a Mauricio Macri. Es por ello que no debe llamar la atención el hecho de que hoy siga escondida sin dar nuevamente la cara tras la paliza histórica que sufrió en las elecciones del pasado domingo el gobierno que ella integra.
La cobardía de Cristina Kirchner llega a tal punto de que no quiso repetir aquella noche trágica en las PASO cuando solo atinaba a mirar al piso en un claro gesto de derrota monumental. Y es que ella sabe que ningún gobierno gana elecciones con 116.000 muertos, 52% de inflación, 18,8 millones de pobres, un año sin clases y un dólar a $199 o $200 o a $217 como está el Contado Con Liquidación libre (CCL).
Lo que está claro es que la principal madre de la derrota hoy y después de la actitud del otro día fue Cristina Kirchner, porque tenemos un Presidente que está vaciado de poder, con un liderazgo que está totalmente debilitado mientras tenemos una Vicepresidenta que rompió su piso electoral que era su fuerte, en una coalición de Gobierno donde tampoco termina de tomar las decisiones.
Además, viendo algunas cosas que pasan, como su situación judicial, tampoco ha avanzado demasiado. Además, otra derrota que tuvo Cristina Kirchner fue en vista al 2023. Tanto Axel Kicillof como Máximo Kirchner, a nivel nacional o en la provincia de Buenos Aires, han quedado totalmente debilitados. Es por ello que Cristina Kirchner decidió hacer lo que mejor sabe: borrarse una vez más en las malas a causa de su cobardía innata.