El soldado riojano Alberto Ledo fue visto por última vez el 17 de junio de 1976 en el campamento de Monteros. La investigación determinó que quien fue presentado como un desertor del servicio militar obligatorio habría sido en realidad víctima del Terrorismo de Estado perpetrado en el interior de las fuerzas de seguridad. Por estos supuestos hechos de lesa humanidad serán juzgados César Milani, ex jefe del Ejército durante el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, y el ex capitán Esteban Sanguinetti. Las vicisitudes políticas y judiciales se confabularon para que este caso emblemático del sector crítico de la política de derechos humanos del período kirchnerista sea debatido en Tucumán, justo cuando la ex presidenta y su candidato Alberto Fernández se proponen recuperar el control de la Casa Rosada.
El juicio oral y público de Ledo comenzará 15.821 días después de su presunta desaparición forzada. La audiencia quedará inaugurada el jueves 10 de octubre a partir de las 9.30, y su desarrollo se extenderá durante al menos un mes y medio dado que comparecerán más de 40 testigos, según los cálculos de fuentes familiarizadas con el expediente (ver “Protagonistas y detalles del debate”). Ello quiere decir que el juzgamiento coincidirá con las dos últimas semanas previas a las elecciones nacionales del 27 de octubre. Integrarán el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán (TOF) los camaristas Gabriel Casas, Carlos Enrique Jiménez Montilla y Enrique Lilljedahl. La semana pasada, un estrado ad hoc rechazó la recusación interpuesta por la querella contra los dos primeros (se informa por separado).
Aunque Sanguinetti estaba a cargo de la Compañía de Ingenieros de Construcciones donde revistaba el conscripto, Milani quedó identificado con su destino por el hecho de haber confeccionado y firmado el sumario que decretó la deserción en su calidad de subteniente. Aquellas actuaciones fueron iniciadas 12 días después de la hipotética fuga y buscarían encubrir el delito, según la pesquisa a cargo del fiscal Carlos Brito (N°1) que el juez Fernando Luis Poviña (N°2) envió a juicio. En aquel momento la víctima tenía 20 años y estudiaba Historia: es uno de los 12 soldados exterminados en Tucumán durante la última dictadura, de acuerdo con el ensayo “El escuadrón perdido” (1988) del capitán fallecido José Luis D’Andrea Mohr. En todo el país 129 jóvenes afectados al servicio militar sufrieron la misma suerte.
La investigación de la causa “Ledo” empezó en 2007 y coincidió con la etapa de máximo poder de Milani, a quien Cristina Fernández de Kirchner designó jefe del Estado Mayor General del Ejército en 2013. Un año más tarde, Brito pidió la indagatoria del número uno de los militares, quien, a su vez solicitó infructuosamente la destitución del fiscal. En febrero de 2015, el juez federal N°1, Daniel Bejas, denegó el interrogatorio requerido con críticas a la investigación del caso “Ledo”.
Tras la derrota electoral del kirchnerismo, la Justicia Federal remitió el proceso a Poviña, quien indagó a Milani el 14 de febrero de 2017. En esa oportunidad, el imputado negó haber falsificado y firmado el sumario de la deserción -el documento original desapareció del Ministerio de Defensa-, y el encubrimiento del crimen. La crónica periodística recoge que el ex funcionario dijo que no conocía a Ledo y desmintió que este fuera su asistente en Monteros.
Milani, que pidió el pase a retiro en junio de 2015, quedó ligado a sospechas de espionaje ilegal y carga, entre otras causas penales, con un proceso por supuesto enriquecimiento ilícito. El último día judicial previo a las primarias de agosto, el ex funcionario logró su primera victoria judicial: el TOF de La Rioja lo absolvió en otra causa de lesa humanidad. Firmó ese veredicto en disidencia el juez Lilljedahl, quien forma parte del tribunal tucumano. Gracias a esa sentencia, Milani recuperó la libertad. Con aquel antecedente a su favor, el ex jefe del Ejército se dispone a rendir cuentas sobre el desenlace de Ledo en lo que los detractores del kirchnerismo consideran un episodio judicial histórico en el ciclo de revisión de las violaciones a los derechos humanos cometidas en los años 70.
La audiencia y los imputados
El juicio oral del caso de lesa humanidad de Alberto Ledo comenzará el jueves 10 de octubre a las 9.30 en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán (TOF), con la lectura de la acusación; el planteo de cuestiones previas, y la declaración de los imputados, y de la madre y de ña hermana de la víctima. La audiencia proseguirá al día siguiente, y será reanudada los jueves y viernes hasta su conclusión, en la sala de la calle Chacabuco 125 de esta capital. El proceso tiene dos imputados: el ex jefe del Ejército kirchnerista, César Milani, y el ex capitán Esteban Sanguinetti. Milani está acusado de cometer los presuntos delitos de encubrimiento y de falsificación ideológica de instrumento público (sumario de deserción). Sanguinetti debe responder por los supuestos homicidio calificado y privación ilegítima de la libertad del soldado Ledo. El requerimiento de elevación a juicio también imputa a Sanguinetti la omisión de su deber de buscar al conscripto.
El tribunal
Integrarán el estrado los camaristas Gabriel Casas, Carlos Enrique Jiménez Montilla y Enrique Lilljedahl (subrogante).
Acusación y la querella
Pablo Camuña, fiscal subrogante ante el TOF llevará adelante la acusación. Graciela del Valle Ledo y Marcela Antonia Brizuela de Ledo, respectivas hermana y madre de la víctima, intervendrán con el carácter de querellantes. Sus abogadas particulares son Adriana Mercado Luna, Viviana Sonia Reinoso y María Elisa Reinoso. La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación también actúa como querellante por medio del abogado Pablo Gargiulo.
La defensa
Los imputados comparecerán con abogados del Ministerio Público de la Defensa de la Nación. Adolfo Bertini, defensor oficial ante los Tribunales Federales de la provincia y subrogante ante el TOF, asistirá a Milani. Vanessa Lucero, prosecretaria y defensora pública coadyuvante, representará a Sanguinetti.