El edificio de la Asistencia Pública lleva casi cuatro años cerrado al público por problemas infraestructurales, pero, desde entonces, no se hicieron obras en el lugar, que sigue tal como estaba en 2018. Actualmente, los servicios que se prestaban en la Asistencia Pública se distribuyeron en tres oficinas, todas ubicadas en barrio Norte.
Cuando se decidió el traslado, en marzo del 2018, las autoridades municipales aclararon que se trataba de algo momentáneo para “trabajar en la recuperación del local, que tiene un daño estructural que requiere una intervención importante”, según declaraba Walter Berarducci, secretario de Gobierno de la Municipalidad en aquel momento.
Rodolfo Ocaranza, actual secretario de Gobierno municipal, asegura que existen proyectos para llevar a cabo en el lugar, pero que se trata de “una obra de un costo e inversión elevadísima”.
“Es mucho más complejo que simplemente conseguir los fondos. Hay que ver los alcances del proyecto. Ideas arquitectónicas hay muchas, hay proyectos, pero tienen que ver con la idea de gestión también”, advierte el funcionario.
Ocaranza, además, compara la situación del edificio de la Asistencia Pública, en Chacabuco al 239, con lo sucedido con el Mercado del Norte, que fue cerrado en marzo del año pasado por las malas condiciones edilicias en que se encuentra y los peligros que eso significan.
“Cuando hablamos de montos, para tener una idea: el proyecto original del Mercado del Norte superaba los $ 1.400 millones para su refacción. El municipio tiene de presupuesto general, para todo el año, algo menos de $ 18.000 millones. Es decir que estamos hablando de casi un 10% del total de los recursos de San Miguel de Tucumán. Obra que por lo cual se había pensado un apoyo financiero del exterior, cosa que hoy no hay por cómo están las negociaciones con el FMI. Este caso (de la Asistencia Pública) es bastante similar”, equipara.
Funcionamiento
En marzo de 2018 decidieron cerrar el edificio de la zona céntrica y trasladar sus servicios a tres oficinas distintas que la Municipalidad alquila en Balcarce 532, en San Juan 153 y en Santiago 185.
El servicio asistencial público recibió muchas quejas por su funcionamiento desde entonces.
Sin embargo, el director de Salud de la Municipalidad, César Clainberg, asegura que funciona con total normalidad. “Son muchos los servicios que se prestan gratuitamente. Quizás no se conozcan debido al traslado desde donde funcionó la ‘Asistencia’ en la calle Chacabuco”, sostiene el funcionario municipal.
El concejal de Fuerza Republicana (FR) Ramiro Ortega, presidente de la comisión de Salud del Concejo Deliberante de la capital, disiente con Clainberg y afirma que se actualmente “presta un servicio totalmente deficiente”.
“Ante esto empezamos a presentar pedidos de informes sobre la situación en que se encuentra la Asistencia Pública, pero ningún pedido fue respondido, y es una obligación del intendente contestar. Lo mismo pasa con los Centros de Atención Comunitarios (CAC)”, dice el edil en una entrevista.
A su vez, criticó la gestión del intendente, Germán Alfaro, ante este tipo de situaciones: “realmente no podemos tener edificios históricos que se sigan ‘cayendo’; el Mercado del Norte, el Palacio de los Deportes, y muchos más, y el de Asistencia Pública es parte de ellos”.
Otro de los críticos fue Osvaldo Acosta, titular del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales (SOEM) de la capital. “Los servicios que se prestan, no por el personal, que es excelente, sufren la falta de insumos en distintas áreas médicas que se desarrollaban en el otro edificio y que, al ser trasladados, la municipalidad les dispensa muy poca atención sanitaria”, manifestó.
Nido de ratas
“Ese edificio fue abandonado hace varios años por la Municipalidad, hubo declaraciones expresas del intendente y del secretario de Gobierno, Ocaranza, de que iba a ser remodelado ediliciamente para dar una asistencia acorde a lo que la ciudadanía requería”, señala Acosta, y se queja de que en casi cuatro años el edificio sigue en las mismas condiciones. “Hasta el día de hoy ese edificio está abandonado, es un cementerio de ambulancias, de roedores, de alimañas”, enumera.
Para el sindicalista las actuales dependencias donde se brinda la Asistencia Pública son insuficientes y su estructura no es capaz de atender “los requerimientos de los habitantes de la capital”.
“Cuando fue el desalojo dijeron que ese edificio tenía grietas insalvables y que ya se venía abajo. Hasta el día de hoy no se vino abajo y el personal quiere de mil amores volver a ese edificio”, asegura, aunque aclara: “por supuesto que con los trabajos técnicos de remodelación que requiere”.