El Banco Central (BCRA) confirmó hoy en los hechos que acelera la devaluación del peso: dejó que la moneda local se repliegue casi 0,13% frente al dólar, lo que implica que busca retomar el ritmo de ajuste del tipo de cambio que aplicaba en el inicio de la temporada veraniega de 2021, antes de acatar la instrucción del ministro de Economía, Martín Guzmán, para “pisarlo”, en un intento por anclar expectativas inflacionarias y poder mostrar una recuperación de los ingresos de los asalariados para mejorar las chances oficiales en los comicios de término medio.
El dato surge del aumento de $105,68 a 105,82 (14 centavos) que convalidó el tipo vendedor del dólar mayorista en la jornada, ritmo que triplica el ajuste promedio que permitía en los meses previos a las últimas elecciones y remite a las alzas diarias que habilitaba hasta fin de enero de 2021, cuando había permitido un aumento de 3,7% de esta sensible variable frente a un incremento del costo de vida que terminaría siendo del 4% al cabo de ese mes.
“En los dos primeros días de esta semana el tipo de cambio mayorista subió 41 centavos, contra los 28 centavos de suba en idéntico lapso de la semana anterior”, hizo notar el operador Gustavo Quintana, de PR Cambios.
Todo sucedió en otra jornada de muy magro volumen operado por la plaza oficial (se transaron apenas US$149,1 millones, 30% menos que ayer) y en la que, sin embargo, el BCRA halló las condiciones para hacer una testimonial recompra de reservas por unos US$2 millones, con lo que suma dos ruedas adquiriendo algunos dólares para tratar de recomponer sus reservas netas.
Esto tiene que ver, como narró ayer LA NACION, con la imposición una nueva traba burocrática a los importadores, al proceder la AFIP a recortar la Capacidad Económica Financiera (CEF) de las empresas, un parámetro determinante para poder acceder a un permiso de importación (SIMI), que es la puerta de acceso al mercado para conseguir dólares a la cotización oficial. De este modo, agregó un limitante “administrativo” a la demanda.
La medida pone en evidencia la crisis terminal de las reservas y el empeño que parte del Gobierno muestra en conseguir durante el próximo mes el acuerdo con el FMI. Pero, a la vez, deja a la vista que el BCRA ya no podía imponer más topes a la demanda, tras haber extendido desde comienzo de diciembre pasado la norma que le concede un más férreo control del mercado y -por caso- hasta obliga a las empresas a refinanciar los compromisos de pago por deuda financiera en divisas que tenían pactados para la primera parte del año, medida con la que redujeron en unos US$3000 millones este tipo de demanda.
En el mercado -razonablemente- vinculan la aceleración en el ritmo de devaluación del peso con la situación de crisis extrema de las reservas.
Pero advierten que la reacción puede haber llegado tarde e incluso resultar insuficiente, considerando la aceleración inflacionaria y la tendencia alcista que muestra el dólar estadounidense en el mundo (el Dollar Index trepa hoy 0,24%, tras algunos días de respiro), al crecer la posibilidad de que la Reserva Federal inició el proceso de subas en la tasa de referencia para esa economía. “Hay que tener cuidado porque si los exportadores toman nota tal vez se vean tentados a demorar liquidaciones. A menos que apuren una nueva suba de la tasa de interés, para disminuir ese riesgo”, explicó un experimentado operador.
“El BCRA viene acelerando la tasa de devaluación marcadamente este mes. En las primeras cinco ruedas devaluó el tipo de cambio mayorista a una Tasa Efectiva Mensual (TEM) del 2,8%, marcando una aceleración de 0,8% con respecto a las primeras cinco ruedas de enero. Si tenemos en cuenta que en los últimos meses la tasa de devaluación de las primeras ruedas fue una guía razonablemente buena sobre lo que finalmente ocurriría punta a punta en el mes, se concluye que lo ocurrido sugiere que veríamos una tasa de devaluación en el rango del 2,5% al 3% (TEM) en febrero, aún por debajo del 3,1% implícito en el mercado de futuros y de la inflación que se proyecta” señaló en un informe Facimex Valores.
“Así, la tasa de devaluación continuaría acercándose lentamente a la inflación, aunque aún permanecería por debajo. Si la continúa acelerando a razón de 0,5% por mes, tal como se observó en promedio desde noviembre, recién en abril-mayo estaría llegando a empatar a la inflación según nuestras proyecciones”, acotaron.
“Las últimas subas implican una devaluación anualizada del 40%, un importante incremento respecto del 29% de enero y del 23% de diciembre”, coincidieron en observar desde Cohen Aliados Financieros.
“Si se toma la media móvil de cinco días, con datos hasta ayer observamos que el crawling peg viaja a una tasa nominal anual (TNA) de 34,2%, superando el pico reciente de 32,4% (18/01/22) y volviéndose el registro más elevado desde 36,3% el 02/03/21″, apuntaron también en su informe diario desde Portfolio Personal inversiones (PPI).
El plan de “pisar” el dólar le hizo ceder al peso 22 puntos de competitividad durante 2021. Fue una apuesta del ministro Guzmán, quien había sido fuertemente crítico y de manera pública de esa estrategia sólo algunos años atrás, en un intento por convencer a empresarios y sindicalistas durante el verano pasado, que la meta inflacionaria del 29% fijada en el presupuesto 2021 era factible, un castillo que se desmoronó sólo unos meses después como preludio del alza del 50,9% que registraría finalmente el IPC, su segundo mayor registro en los últimos 30 años.
El mayor ajuste del tipo de cambio oficial terminó incluso con el ajuste de precios que mostraba el mercado local de dólar futuro, tras el anuncio de un entendimiento para arribar a un acuerdo con el FMI, que lo había llevado a mostrar ahora una curva de tasas con valores similares a la inflación esperada de marzo en adelante. hoy, por segunda rueda consecutiva, los valores de los contratos pactados cerraron con leves alzas en todos los plazos operados.