El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, emitió una severa advertencia en las últimas horas, al señalar que Rusia está considerando usar armas químicas en la guerra desatada por la invasión a Ucrania.
A casi un mes del inicio del conflicto bélico, en el Kremlin transmitieron en las últimas semanas que las tropas de Volodimir Zelensky podrían poseer armas químicas o biológicas.
Biden sostuvo que esas acusaciones no eran simplemente falsas, sino una señal de que el presidente Vladimir Putin podría estar planeando usar ese tipo de armas él mismo.
“Ahora está hablando de nuevas banderas falsas que está estableciendo, incluida la afirmación de que nosotros en Estados Unidos tenemos armas biológicas y químicas en Europa, simplemente no es cierto”, dijo Biden en un evento de negocios el lunes.
“También están sugiriendo que Ucrania tiene armas biológicas y químicas. Esa es una señal clara de que está considerando usar ambas”, razonó el mandatario norteamericano.
Putin llama a la guerra, el mayor ataque a un estado europeo desde la Segunda Guerra Mundial, una “operación militar especial” para desarmar a Ucrania y protegerla de los “nazis”. Occidente asegura que se trata de un falso pretexto para una guerra de agresión no provocada.
En este contexto, Biden tiene previsto viajar a Europa esta semana para reunirse con líderes aliados para discutir sanciones más estrictas contra Rusia, además de las sanciones financieras sin precedentes ya anunciadas.
El asedio y bombardeo de ciudades ucranianas por parte de Rusia, en particular el puerto sureño de Mariupol, que ha estado cercado durante semanas, aumenta la presión para que se tomen medidas.
Las sanciones han desterrado a Rusia del comercio internacional a un grado nunca antes visto en una economía tan grande. Pero en gran medida se ha creado una excepción para las exportaciones de energía rusa a Europa, su mayor cliente de petróleo y gas.
Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE discreparon el lunes sobre si incluir la energía en las sanciones, y Alemania dijo que el bloque dependía demasiado del petróleo ruso para imponer un embargo. (Reuters)