En las últimas horas se conoció un insólito caso en Salta. El insólito hecho tuvo lugar durante el sábado, cuando Gendarmería efectuaba tareas de control en el kilómetro 1.287 de la ruta 34, a la altura de Río de las Piedras.
Fue así como durante la jornada, arribó un vehículo conducido por un policía de la fuerza de Orán, quien intentó pasar por el lugar sin ser registrado y se conoció que realizó un particular pedido que alertó a las autoridades: “Soy colega, déjenme pasar”, comentó Cristian Ponce.
Asimismo, expresó que viajaba con urgencia desde la ciudad de Orán hasta la capital salteña, porque su madre estaba enferma.
Sin embargo, fue delatado por ‘Bailey’, uno de los perros entrenados por las fuerzas de seguridad para detectar estupefacientes: “Nos alertó que algo no estaba bien con el auto”, declaró uno de los agentes del lugar a los medios de comunicación.
La situación tuvo lugar cuando el can pasó por la puerta trasera del auto, y el mismo se quedó sentado: “Que Bailey se siente significa que hay droga”, continuó con la explicación el uniformado.
De esta forma, se tomó cartas en el asunto y le pidieron al policía que abra el capot del vehículo, pero este se negó a bajar del vehículo.
Acto seguido y ante la negativa del efectivo, los gendarmes abrieron la puerta trasera y se encontraron con una gran sorpresa: debajo del asiento había tres paquetes rectangulares envueltos en cinta adhesiva, junto a dinero en efectivo.
Fue así como se secuestró la droga y el dinero.
Finalmente, se pudo saber que se transportada: 2,12 kilos de cocaína; 1.321.974 pesos argentinos; 1.220 pesos bolivianos; 1.000 pesos chilenos; y 100 dólares.
Además le incautaron un teléfono celular.
Cristian Ponce fue detenido en la capital provincial, mientras que Gendarmería le dio intervención al Juzgado correspondiente.