El Ministerio Fiscal solicitó que se dicte una sentencia de responsabilidad penal en contra del acusado, por el delito de homicidio agravado por la comisión de dos o más personas y por el uso de arma de fuego. Al ser un debate en dos etapas, otro tribunal establecerá la pena.
Ramiro Ezequiel Ledesma, de 18 años, fue acribillado a tiros hace un año, en Villa 9 de Julio, luego de ser emboscado en el contexto de un enfrentamiento entre dos clanes familiares. El caso fue investigado por la Unidad Fiscal de Homicidios I, a cargo de Ignacio López Bustos. Este lunes 23 de mayo se llevó a cabo la última jornada del juicio que comenzó días atrás.
Al debate llegó imputado Alexis Tomás “El Sucio” Íñigo (26), por el crimen del joven Almirón. Concluida la etapa de recepción de pruebas, el acusado hizo uso de su derecho a declarar.
Luego, fue el momento de los alegatos de cierre del Ministerio Fiscal. “No fue un ataque al azar, sino una emboscada, dirigida a la víctima. Quedó claro la mecánica y el hecho, que se enmarca en un contexto particular”, explicó el auxiliar fiscal Lucas Manuel Maggio, quien fue asistido por las instructoras Nazarena Gramajo Caponio y Giuliana Ricciuti.
Los jueces, cerca del mediodía, regresaron de deliberar para dar a conocer la resolución declarando la responsabilidad penal de Íñigo.
La emboscada
El 13 de marzo de 2021, a 00:45 horas, la víctima y su primo caminaban por calle Blas Parera al 500 de Villa 9 de Julio hacia Justo de la Vega, a donde el primero había acordado previamente encontrarse con una joven. Cuando estaban llegando, se detuvo un automóvil en el que se encontraban cuatro personas.
La muchacha que había pactado verse con Ledesma descendió del auto y lo señaló. Inmediatamente, bajó Íñigo, quien le efectuó numerosos disparos, impactando seis de ellos en el cuerpo de la víctima. De Inmediato, los ocupantes del auto se dieron a la fuga. Ledesma fue trasladado al Centro de Salud, donde falleció el 14 de marzo.
Venganza
Todo comenzó con un conflicto que derivó en el crimen de Ledesma. El 15 de diciembre del 2020, un tal “Lobizón” estaba en la vereda de su casa, en el barrio San Roque, cuando se presentaron Franco y Marcos Almirón, efectuando disparos contra de la vivienda.
Más tarde, los Almirón comenzaron una balacera en la que fue ultimado Gonzalo Ezequiel Figueroa y heridos de deferente consideración su hermano y un amigo.
El asesinato de Ledesma (familiar de los Almirón, quienes ya fueron condenados en una investigación de la Unidad Fiscal de Homicidios II, a cargo de Carlos Sale), fue cometido en venganza por ese mortal suceso.