La reunión bilateral entre Alberto Fernández y Boris Johnson, en el marco de la Cumbre del G-7 se quebró rápido, justo cuando el Presidente insistió sobre la necesidad de retomar la discusión sobre la soberanía de Malvinas. “Es un tema saldado hace 40 años”, clausuró la discusión el primer ministro británico, según el testimonio de funcionarios argentinos que participaron del encuentro cuando el Presidente le reclamó que Gran Bretaña vuelva a sentarse a la mesa de negociaciones, como ordenan las resoluciones de Naciones Unidas.
Fernández rechazó la supuesta afirmación del premier británico, que había solicitado el encuentro bilateral, y aseguró que si Londres no se sienta a negociar con la Argentina sobre la soberanía de las Islas, los dos países no podrán discutir otros ejes de la relación bilateral. Eso fue casi lo último y único que se dijeron.
“Le planteé francamente que es muy difícil que podamos hablar de otra cosa si antes no nos sentamos a discutir sobre la soberanía. Solo le pido que cumplan con la resolución sobre Malvinas (de la ONU) El me dio su posición, que es la histórica del Reino Unido”, sostuvo el mandatario a los periodistas argentinos que cubren la gira, sin entrar en detalles.
El primer eje del diálogo entre Fernández y Johnson fue la guerra en Ucrania. Según los funcionarios argentino, presentes en el castillo Elmau, también discreparon sobre la forma de terminar con la invasión rusa. El británico señaló que la única solución es la victoria ucraniana. Fernández planteó la necesidad de articular puentes de diálogo entre las partes para agotar todas las instancias.
La discusión empezó a calentarse un segundo después de que el británico hablara de las potencialidades de la Argentina en materia de energía, trigo y proteínas.
“Sí, lo dijimos hoy en las reuniones. Tenemos todas esas potencialidades, pero si no volvemos a negociar sobre Malvinas no vamos a poder avanzar sobre otros temas”, lanzó Fernández.
Allí fue cuando, Johnson, expuso que no había nada de qué hablar. “El tema de las Falklands ya había sido resuelto hace mucho tiempo. Esta situación fue defendida hace 40 años con un costo trágico en vidas humanas“, señaló el primer ministro británico sobre el conflicto bélico que se cobró la vida de 649 soldados argentinos y 255 militares británicos, según precisaron fuentes diplomáticas de Londres.
El encuentro álgido, según el testimonio de la delegación argentina, se extendió durante 30 minutos casi el doble de lo que marca el protocolo de la Cumbre.
Un comunicado oficial de Gran Bretaña confirmó parcialmente la versión de la comitiva nacional. “El presidente Fernández planteó el tema de las las Islas Malvinas. El Primer Ministro se mostró firme en que su soberanía no está en entredicho y enfatizó que los habitantes de las Islas Malvinas, como todas las personas, tienen derecho a la libre determinación“, consignó el texto de Downing Street. La información señaló, por otra parte, que hubo acuerdos en materia de energías renovables y para colaborar con Ucrania para que pueda exportar sus materias primas.
Johnson planteó que pensaban la cuestion para Malvinas -en rigor, siempre habló de Falklands- con el mismo prisma que analizaban la crisis en Ucrania: por la autodeterminación de los pueblos. Fernández, que estuvo acompañado por Sergio Massa y por el canciller Santiago Cafiero, consignó que las Islas son una colonia de ultramar. “En el continente, en la Argentina viven más británicos que en las islas”, argumentó el mandatario argentino.
Fernández y Johnson discutieron sobre la posibilidad de que una aerolínea de bandera argentina -en este caso sería Aerolíneas Argentinas- vuelva a volar a unir las islas y el territorio continental siempre y cuando los británicos se sienten a la mesa a discutir la soberanía. Néstor Kirchner había propuesto algo similar en 2003, cuando el Presidente era su jefe de Gabinete. Obtuvo el mismo rechazo.
Antes, otra vez, el Presidente insistió que las dos partes deben volver a sentarse a la mesa. Para Johnson, según el relato de las autoridades argentinas y, como marca la historia reciente, no es una opción.
La última bilateral entre dos un Presidente argentino y un premier británico había sido en 2018, cuando Macri se entrevistó con Theresa May, en el marco del G-20, en Buenos Aires. En la comitiva argentina habían anticipado, antes de la Cumbre, que Fernández podría referirse a Malvinas durante sus exposiciones ante los líderes del G-7. Finalmente el reclamo llegó a puertas cerradas.
El jueves pasado, Cafiero había reclamado en el comité de descolonización de la ONU lo mismo que Fernández le transmitió a Johnson. “Para el Reino Unido, Malvinas es dominación, especulación y oportunismo; Para mi país, es soberanía, justicia y dolor por nuestros caídos”, expuso el canciller.
Fernández y Johnson se habían encontrado en el G-20 de Roma el año pasado. El diálogo informal entre ambos, en el marco de la Cumbre del G-7, había sido distinto. Ambos quedaron pegados bajo un sol abrasador, durante la foto de familia. Cuando se despidieron, después tras la bilateral, la lluvia ya había apaciguado el calor agobiante del verano bávaro.
Enviado Especial a Múnich. Alemania