Sergio Massa en el centro. De un lado, Flavia Royón, la designada secretaria de Energía; del otro, Darío Martínez, el saliente. A los costados, Federico Basualdo, hasta estos días el representante del cristinismo en el gabinete energético, y Santiago Yanotti, su reemplazante. Frente al ministro de Economía, del otro lado de la mesa, Federico Bernal, otro dirigente del kirchnerismo que ahora estará al frente de la Subsecretaría de Hidrocarburos.
La foto, este lunes por la tarde, tuvo lugar en el quinto piso del Palacio de Hacienda, en el salón Scalabrini Ortíz. Y se dio tras los cambios en la Secretaría de Energía que Cristina Kirchner, Massa y Alberto Fernández terminaron de acordar en la tarde del domingo, después de días de negociaciones y versiones cruzadas en un área que ahora tendrá al ministro de Economía como principal responsable de la política energética del Gobierno, una condición que Martín Guzmán intentó forzar hasta que entendió que se trataba de una batalla perdida.
Esa fue, según confiaron a este diario, una de las principales conclusiones de las deliberaciones de este fin de semana: la necesidad de empoderar a Massa al frente del gabinete energético como una señal de coordinación interna en un área sensible y frente a los aumentos tarifarios que el ministro ya avisó que buscará implementar en línea con la hoja de ruta que había trazado Guzmán antes de dar el portazo, a principios de julio.
Desde en el kirchnerismo se presume que la segmentación tarifaria anunciada en los últimos días por el nuevo jefe de Economía podría ser incluso más ortodoxa que la planteada por el renunciado ex ministro.
Se plantea, en ese sentido, un escenario de incertidumbre en el universo K: entre la necesidad política y la inquietud por el ajuste del déficit plasmado en el acuerdo con el Fondo Monetario.
Desde ese sector de la coalición aseguraron sin embargo que la negociación que terminó con Martínez y Basualdo afuera del gabinete energético debe leerse esencialmente bajo el prisma de la política.
Es decir, por la necesidad de darle a Massa el control total de un área atravesada desde hace más de un año por una fuerte disputa entre el kirchnerismo y la Casa Rosada, que se blanqueó la mañana en la que Guzmán y Fernández intentaron echar, sin éxito, a Basualdo, un funcionario referenciado en el cristinismo cuyo futuro ahora es una incógnita.
El Presidente, según las fuentes, era uno de los más interesados en que el saliente subsecretaría de Energía Eléctrica dejara el gobierno, impotente por no haber podido forzar su salida durante el último año y por la segmentación tarifaria que, según él, era impracticable. “Plantearon un esquema de geolocalizacion que nos hubiera acercado al precipicio”, resaltó Fernández este fin de semana en Bogotá, Colombia, según publico el sitio Infobae.
En ese contexto, Royón, la nueva secretaria, debutará este jueves con la oficialización del nuevo régimen de segmentación, un esquema con el que el Gobierno pretende ahorrar unos $500.000 millones a través de la rebaja de subsidios.
Secretaria de Minería y Energía del gobierno de Salta -el gobernador Gustavo Sáenz es un aliado de Massa-, Royón trabajó durante años en una empresa de la familia Brito, muy cercana al líder del Frente Renovador. Según fuentes oficiales, el empresario José Luis Manzano, también con un vínculo muy cercano al ministro, estuvo muy pendiente de las negociaciones de estos últimos días en el sector. El nombre de Bernal como eventual secretario del área provino, dicen, de esas usinas.
En el caso de Yanotti -ex vicepresidente de Cammesa-, el reemplazante tucumano de Basualdo, las referencias apuntan a Juan Manzur.