Mientras el Gobierno afina el lápiz para sacar un decreto que apunta a reconvertir 200.000 planes sociales en empleo formal, el gasto en el área sigue escalando, a contramano del plan oficial de reducir el déficit y muy por encima de los niveles de inflación.
Así consta de acuerdo a un análisis que hizo Clarín de los datos del presupuesto nacional, que revelan que entre enero y agosto de este año, en comparación con el mismo período de 2021, el aumento de la inversión estatal en planes sociales fue del 111%. Como parámetro, la inflación interanual, a julio, según el Indec, fue del 71%.
Exactamente $ 448.520 millones insumieron en fondos el Potenciar Trabajo y la Tarjeta Alimentar, los dos principales programas de asistencia que dependen de la órbita del Ministerio de Desarrollo Social, al 20 de agosto de este año. La cifra representa más del doble de lo que esas partidas habían costado en el mismo período el año pasado, en detalle, $ 212.344 millones.
El período de análisis comprende la actual gestión de Juan Zabaleta comparada con la de Daniel Arroyo, que estuvo a cargo de la cartera hasta julio de 2021, cuando dejó el Ministerio para ser candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires. Y excluye el último cuatrimestre del año pasado, cuando en pleno proceso electoral el Gobierno aceleró fuertemente el gasto social.
Cómo evolucionó el gasto
El crecimiento en el gasto del Potenciar Trabajo en el último año fue excepcional, por encima de toda pauta inflacionaria. Mientras en los primeros ocho meses de 2021 se le habían destinado $ 97.792 millones, en el mismo lapso de tiempo este año se le giraron $ 237.652 millones. El aumento total es del 143% interanual.
El Potenciar Trabajo es una de las cajas centrales de Desarrollo Social, por la cual vienen reclamando aumento de cupos los dirigentes piqueteros de izquierda, con repetidas marchas y pedidos contra el Gobierno. Cuenta actualmente con 1.271.000 beneficiarios que perciben desde agosto $ 23.925, equivalente a medio Salario Mínimo Vital y Móvil, y a principios de este mes se les pagó adicionalmente un bono extraordinario de $ 11.000. La gestión del programa está a cargo de Emilio Pérsico, secretario de Economía Social y dirigente del Movimiento Evita, alineado al gobierno de Alberto Fernández.
En su proyecto de convertir planes sociales en empleo formal, el Gobierno apunta a repensar el Potenciar Trabajo, logrando que 200.000 beneficiarios actuales sean contratados por empresas, y que estas les paguen un salario mientras siguen cobrando su parte del haber social que abona el Estado. Además, la Casa Rosada impulsa una auditoría a las organizaciones sociales que manejan esos planes, y busca darle un mayor control a los intendentes, que administran otra parte de esos recursos.
En el caso de la Tarjeta Alimentar, el aumento también ha sido elevado y por encima de la inflación interanual, aunque en menor medida respecto al Potenciar Trabajo. Mientras en los primeros ocho meses de 2021 se habían girado a las arcas del programa “Políticas Alimentarias” $ 114.552 millones, en los dos cuatrimestres iniciales de 2022 se transfirieron $ 210.868 millones, el equivalente a un incremento del 84%.
La Tarjeta Alimentar alcanza a 4,1 millones de personas y depende de Laura Valeria Alonso, dirigente de La Cámpora que es la secretaria de Inclusión Social. En la actualidad, de acuerdo a la cantidad de hijos que tienen los beneficiarios, se les paga entre $ 9.000 y $ 18.000 por mes en concepto de alimentos.
Una herramienta electoral clave
De los datos comparados en el estudio, surge que el gran incremento de los fondos en ambos programas se dio a partir de las elecciones, que fueron en septiembre y noviembre del año pasado, aunque luego el nivel de recursos destinados se mantuvo elevado.
En el último cuatrimestre de 2021 a Potenciar Trabajo se le pagaron $ 128.765 millones, un 31% más de lo que había recibido el programa en los primeros ocho meses del año pasado, el doble de tiempo.
En tanto, de agosto a diciembre del año pasado, a la Tarjeta Alimentar se le añadieron $ 131.237 millones, también muy por encima de lo entregado hasta agosto de 2021, un 15% más, pero también en un período menor de tiempo.
Este año, la proyección total de gastos para ambos programas -retocada después de un ajuste de partidas es de $ 585.000 millones, por lo cual los $ 448.520 millones que se llevan gastados representan casi un 77% del total.