En busca de algo de alivio para la crisis de inflación, escasez de reservas y abultado déficit fiscal, el Gobierno analiza solicitar un nuevo préstamo al Fondo Monetario Internacional que está diseñado para ayudar a los países a garantizar un crecimiento sostenible, según consignó la agencia Reuters.
Se trata de un préstamo del Fideicomiso de Resiliencia y Sostenibilidad (RST), un fondo especial del organismo, que podría solicitarse formalmente a partir de octubre.
El tema podría ser afilado en la gira que realizará el ministro de Economía, Sergio Massa, a principios de septiembre, por Washington y New York.
Si bien la agenda aún no está definida, el ministro, que hará su debut en esta capital como piloto de tormentas de la economía del país, busca reunirse con la jefa del Fondo, Kristalina Georgieva, y los otros funcionarios del organismo que se encargan de la Argentina y la región.
En sus conversaciones, Massa también tratará la nueva revisión del préstamo de Facilidades Extendidas del Fondo de US$ 44.000 millones de septiembre, que considerará el desempeño del país hasta fines de junio.
No trascendió cuál sería la suma que el Gobierno buscaría pedir de ese fideicomiso especial. Ante la consulta de Clarín, desde el FMI declinaron hacer comentarios y el ministerio de Economía no respondió de inmediato sobre el tema.
Según consigna el organismo en su página web, el RST “ayudará a los países de ingresos bajos y medio-bajos vulnerables a crear resiliencia a las crisis externas y a garantizar un crecimiento sostenible, contribuyendo a la estabilidad de su balanza de pagos a más largo plazo. Complementará el conjunto de herramientas de préstamos existentes del FMI al proporcionar financiamiento asequible a más largo plazo para abordar los desafíos a más largo plazo, incluidos el cambio climático y la preparación para una pandemia”.
Ofrece vencimientos de hasta 20 años con un período de gracia de 10 años.
Bajo las reglas del fideicomiso RST, “el acceso al préstamo será determinado caso por caso, basándose en la profundidad de las reformas y sustentabilidad de la deuda”.
El financiamiento a los países tendrá un límite del 150% de su cuota parte del FMI o 1.000 millones de derechos especiales de giro (1.302 millones de dólares), lo que sea menor. Para Argentina sería lo segundo.
El RST aspira repartir US$ 45.000 millones de dólares o más. Uno de los países que ha solicitado formalmente el acceso al RST fue Bangladesh, a fines de julio.
El directorio ejecutivo del FMI aprobó el lanzamiento del RST en abril y se espera que los préstamos comiencen en octubre cuando es la reunión anual del Fondo. A este encuentro internacional que se hace todos los años en Washington, también debería venir Massa y su equipo.
Massa se ha comprometido a cumplir con las metas del acuerdo de Facilidades Extendidas con el Fondo, que incluyen una reducción del déficit fiscal de 2,5% del PBI, disminución de la emisión monetaria y aumento de las reservas, algo que los economistas estiman que será muy difícil de cumplir, sobre todo en el último trimestre. En este contexto, cualquier fondo fresco sería más que bienvenido.