El juez porteño Andrés Gallardo afirmó que su fallo que le impide a la Policía de la Ciudad evitar manifestaciones frente a la casa de Cristina Kirchner es “político”, pero “no partidario”; se mostró en desacuerdo con revisar la autonomía de la Ciudad, como esbozó la vicepresidenta, y advirtió que las expresiones de la Ciudad que llaman a desobedecer su sentencia “transmiten anomia”.
Gallardo recibió a LA NACION en su despacho de la Avenida de Mayo al 600, a escasos metros del viejo edificio de Bolívar 1 donde tenía su despacho el jefe de gobierno de la Ciudad. El juez insistió en que su sentencia dispuso que el comando de las fuerzas sea federal para custodiar a la vicepresidenta y que la Ciudad puede prevenir delitos en la zona.
-¿Por qué dispuso sacar a la Policía de la Ciudad de la casa de la vicepresidenta?
-En el barrio hay dos situaciones: está el domicilio de la vicepresidenta y que es un barrio porteño mas. Diferencié las competencias específicas de la Policía de la Ciudad y de las fuerzas federales. Las federales velan por la custodia de la vicepresidenta ante situaciones externas o internas, y el resto de asuntos de naturaleza delictiva que hay prevenir es una cuestión de la Policía de la Ciudad. En la práctica, en un operativo de seguridad de la vicepresidenta, lo definen las fuerzas federales y puede ser elástico. Si hubiera una marcha a cinco cuadras a la redonda en su contra, obviamente las fuerzas federales harían un despliegue y si es un día habitual, se quedan en el domicilio. Lo que no pude ocurrir es que frente a una situación que involucra un conjunto de personas en el exterior, la Policía de la Ciudad actúe reprimiendo o vallando, porque es materia de la custodia de la vicepresidenta.
-Nunca se cuestionó que la custodia de la vicepresidenta la brinden fuerzas federales, la Ciudad actuó para permitir la circulación y atender las demandas de los vecinos ante la manifestación que les impedía vivir con normalidad.
-Sí, dijeron que la Policía de la Ciudad la cuidaba y por eso desplegó vallas e hidrantes y reprimió teóricamente para proteger a la vicepresidenta y custodiarla. Cuando coexisten fuerzas con un mismo fin no pude haber doble comando. El comando es federal. Cuando la Ciudad tomó la decisión de vallar la calle no consultó con el Poder Ejecutivo Nacional, si era bueno o no.
-Cuando hay una manifestación callejera contra el Presidente o el Congreso, las fuerzas federales actuaron dentro de la Casa Rosada o el Parlamento y la policía de la Ciudad fuera…
-Debe haber un solo comando y dirección policial. Si hay incidentes, no va pretender que se queden dentro de la Casa Rosada y no salgan…
-¿Cuánto hay de jurídico y cuánto de político en su fallo?
-No quiero parafrasear al Indio Solari, pero todo fallo es político, pero no es partidario. Es político previendo la posibilidad de mayores desbordes. No vivo en un termo, estamos frente a una escalada de violencia estructural y me preocupa. La forma de contenerla es hacer cumplir las normas. Cuando hay una violencia incipiente difícil de controlar hay peligro de que se desmadre.
-Se dieron dos situaciones en la casa de la vicepresidenta: un enfrentamiento entre dos facciones a favor, separadas por la policía, y luego la manifestación con las vallas. Pero siempre quedó encapsulado allí, no hubo “violencia estructural” extendida.
-Me refiero a una situación básicamente económica de la Argentina, con índices de pobreza e indigencia inéditos y esa violencia económica es el caldo propicio para otro tipo de violencias, orgánicas e inorgánicas, por ejemplo lo que ocurre en Rosario. Y hay zonas del Gran Buenos Aires en la misma situación. No miramos para el costado, si encima hay personas que sacan tajada de la pobreza, estamos frente a una violencia estructural creciente y si le sumamos la anomia, puede ser dantesco.
-¿En qué sentido su fallo es político?
-Mi sentencia cita al Papa Francisco, que habla de construir la paz en una sociedad fragmentada y asimétrica. Mi sentencia es una contribución y es política en el sentido de la armonía entre diferentes poderes del Estado y jurisdicciones, que tienen chisporroteos.
-La Ciudad dice usted tiene razones partidarias porque usted adhiere al kirchnerismo.
-Soy un juez “C”, de la Constitución, no “K”, de kirchnerista. Usan la recusación como procedimiento para entorpecer la causa, decir que soy el enemigo y correr la discusión. Quiero invitarlos a debatir ideas y las audiencias son un buen ámbito. Me preocupa en lo institucional que cuando un Poder Judicial decide y no les gusta, se lo saque del medio, y no solo a mí. La medida cautelar esta vigente, aun cuando se apele. Que el jefe de gobierno llame a sublevarse es muy grave porque es un mensaje social de anomia.
-Es que alegan que si cumplen el fallo, incumplen el deber de mantener la seguridad pública o asegurar la circulación que tiene el Estado de la Ciudad sobre los ciudadanos…
-Yo puse en mi sentencia que las fuerzas locales tiene que seguir velando por la seguridad de los vecinos y sus bienes.
-La vicepresidenta y funcionarios llamaron a repensar la autonomía porteña y dicen que fue un error, ¿Qué piensa?
-La autonomía de la Ciudad no es ningún error, es un proceso inacabado donde falta consolidar instituciones locales, definir articulaciones con los poderes federales y locales, la seguridad, entre ellas. No hay que dar marcha atrás con la autonomía, hay que corregir errores y darle identidad definitiva.
-Pero en su fallo prioriza las fuerzas federales antes que a las locales…
-No es en detrimento de la autonomía. Pueden revisar todos mis fallos e investigaciones académicas, que siempre fueron en defensa de la autonomía de la Ciudad y la prevalencia de la Constitución de la Ciudad, lo que no significa darle carta blanca al gobierno local par que tergiverse el contenido autonómico sobre competencias que no le son propias.