“Me encanta hablar de plata”, masculla Matzorama mientras come lentamente una milanesa de pollo en el barrio de Palermo. “Najle, Najle, Najle”, le gritan dos chicas desde un auto 0km. Matzorama levanta la mano y saluda hasta a una señora que está sacando la mugre de un trapo por la ventana. Matzorama, el alias del cordobés Matías Najle, sabe que su “marca” tiene un fuerte componente aspiracional. A sus 33 años y con un pasado por el mundo de la publicidad, se presenta en redes sociales como “el cordobés ese de Internet”, mientras estira una remera que dice “Fernet” con la tipografía de la serie Friends que él mismo diseñó. Al hueso: las colgó online y ganó $10.000… ¡vendiendo remeras!
“Tenía mucho tiempo libre, una computadora y era entre ambicioso y nerd”, cuenta a propósito de sus comienzos interneteros. “A mí me gustaba el diseño y un día me compré una PC USERS en la que venían algunos programas para instalar”, dice. “Cuando me di cuenta que era fácil empecé a hacer cosas”. Y de ahí no paró más. Viajó a Buenos Aires y trabajó (y renunció) en mil agencias. También hizo videojuegos para Gameloft, donde también renunció. “Me aburro y dejo”, reconoce.
Hasta que un bendito día, Najle vio la beta: ganar plata con Internet. Diseñó una app para tocar los temas de Daft Punk y se le fue de las manos tras alcanzar unas 6 millones de descargas. Corta: lo recomendaron Kanye West y Jimmy Fallon. Fue tal el éxito que hasta tuvo una call con los mismísimos Daft Punk. “Yo era el tercer Daft Punk”, desliza un poco en serio y otro poco en broma. Con esa plata logró comprarse una casa en Saavedra. El sueño del pibe, el súmmum de la ambición internetera. Najle la había pegado: sacaba de a $2000 dólares por mes en publicidad.
Aprendió a usar Snapchat porque “iba a llegar algún cliente a pedirle estar y yo ya tenía que estar preparado”. Paveando, enseguida sumó seguidores. Al toque nació Muy Liebre, el proyecto millennial de La Nación. “Todo lo que hago es con una beta comercial”, insiste. Por eso, tiene un podcast auspiciado por Motorola llamado Fomo en el que, junto a la influencer Oh Mecha, repasan noticias pasadas. “Es un podcast descartable”. Y explica: “Uno viene del modelo viejo, del local a la calle, de creer que la plata se hace laburando y en Internet es otra cosa”.
Y, tras ese envión, y con esa claridad, se lanzó a hacer filtros de Instagram. Hizo de Zordon de Power Rangers y del trapero Duki. Tal fue su popularidad que se le abrió una nueva ventana: hacer filtros para marcas, talentos o lo que sea. Cobra $1000 dólares el filtro y ya hizo para los clubes más grandes de Argentina. En tanto, ahora arrancó un programa de radio (Sharau, en Congo.fm) que (todavía) no monetizó.
¿Cuál es la clave para hacer plata en Internet?
Saber a quién le estás hablando. No funciona una audiencia de 9 palos de seguidores si le chupa un huevo lo que decís. La clave siempre es entretener. Si entretenés, podés vender lo que quieras. Yo manejo una fórmula: 30% de algo aspiracional, 30% de mi zona de confort y 40% de lo que quiero vender.