El Día de la Lealtad, fecha fundacional del peronismo, será este año una celebración marcada por la división en el Frente de Todos. Cada uno por su lado, como ya se veía venir por el movimiento de fichas en el tablero de la coalición gobernante. Este martes, el sector de los “Gordos” de la CGT anunció un acto en el estadio de Obras Sanitarias. Horas más tarde, el sector de Pablo Moyano (Frente Sindical por el Modelo Nacional), junto a la Corriente Federal de Trabajadores, las dos CTA, organizaciones sociales kirchneristas y La Cámpora, harán rancho aparte con otra concentración en la Plaza de Mayo.
Dato no menor: en principio, ni el presidente Alberto Fernández ni la vicepresidenta Cristina Kirchner, irían a las convocatorias partidarias. El jefe de Estado había insinuado sus ganas que se hiciera un acto central en Tucumán, idea apoyada solo por el jefe de Gabinete Juan Manzur. Tibio respaldo tuvo en el primer asado compartido el pasado lunes 26 de septiembre en la Quinta de Olivos con la mesa chica de la CGT. Helada adhesión cosechó dos días más tarde, con otra comilona para recibir a Pablo Moyano y otros jefes sindicales de su espacio. Resumiendo, asomaba difícil un acto del 17 de octubre compartido.
Otra certeza fue que las idas y vueltas, las listas de invitados a los asados en Olivos, o las reuniones de la mesa chica de la CGT, no eran “errores no forzados” como en el tenis. Tampoco olvidos de los organizadores en la agenda propia. Así lo resumió anoche a TN una fuente cercana a la central obrera: “Estaba cantado que Pablo y su gente iban a mandarse con los muchachos de La Cámpora para el 17. No nos quieren, ni los queremos. Veremos como sigue la cosa, pero ya están claros los tantos”.
Día de la Lealtad divido: actos en Obras Sanitarias y en Plaza de Mayo
Las diferencias en el triunvirato de la CGT son marcadas en las últimas semanas, especialmente después de las reacciones que tuvieron Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano con hechos de política sindical y política. Desde cómo posicionarse ante la crisis económica, los reclamos sectoriales y negociación del Gobierno con el FMI, hasta las penurias judiciales de la vicepresidenta y el atentado perpetrado por la banda de los Copitos. En nada coincidieron. Ni en cómo declarar, ni mucho menos en organizar actos o movilizaciones.
El último sendero con caminos separados fue esta semana. Primero, los “Gordos” e independientes se reunieron el martes sin Pablo Moyano en la sede la UOCRA. Estuvieron los cotitulares de la CGT Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (Estacioneros) y los dirigentes de la mesa chica Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (Uocra), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Armando Cavalieri (Comercio), Roberto Fernández (UTA) y Luis Barrionuevo (gastronómicos).
Al finalizar el encuentro de dos horas, Héctor Daer anunció el acto propio en Obras Sanitarias y el lanzamiento del Movimiento Nacional Político Sindical. Será un espacio que intentará definir los intereses políticos del sindicalismo de cara a tener más protagonismo en cargos partidarios y candidaturas en las próximas elecciones nacionales 2023. Lo extraño es que esta misma función históricamente la cumple las 62 Organizaciones Peronistas.
La respuesta del Frente Sindical de Pablo Moyano fue inmediata. Reunidos en el Sindicato Gráfico con dirigentes de la Corriente Federal de Trabajadores que lidera el bancario Sergio Palazzo, las dos CTA (Hugo Yasky y Ricardo Peidró), representantes de las organizaciones sociales kirchneristas y hombres de La Cámpora (con la supervisión de Andrés “Cuervo” Larroque), anunciaron el acto propio del 17 de Octubre en la Plaza de Mayo. La consigna convocante es “Unidad nacional por la soberanía con justicia social”. Habrá oradores y se leerá un documento. Aunque todavía está en plena redacción, desde el cristinismo duro anticipan que “sonará fuerte en oídos de la oposición, en la Casa Rosada, en el Ministerio de Economía y en la CGT de Azopardo 802″.