Con duras críticas al Gobierno y desafiando a La Cámpora, la CGT lanzó el Movimiento Nacional Sindical Peronista con el que busca presionar para sentarse “en la mesa en la que se toman decisiones” y acceder a cargos partidarios: “Queremos poner concejales, legisladores provinciales, diputados y senadores nacionales“, fue el aviso que hizo en el acto por el Día de la Lealtad.
En medio de un clima de extrema tensión con el presidente Alberto Fernández y con el kirchnerismo duro, que no llegó a distender la suba del piso de Ganancias a 330 mil pesos anunciada el domingo por el ministro de Economía, Sergio Massa; la cúpula de la central obrera se reunió en el microestadio del club Obras Sanitarias y aprovechó el 17 de Octubre para enviar mensajes puertas adentro del Frente de Todos y también de cara a lo que serán las próximas elecciones; pero también para sostener las paritarias y rechazar los aumentos por sumas fijas como parte del marco de estabilización de la economía.
Antes del acto, al arribar a Núñez, el gastronómico Luis Barrionuevo anticipó lo que sería un evento trazado para advertirle a la cúpula oficialista que impulsan cambios. “Estamos creando este movimiento porque queremos incursionar dentro del peronismo y vamos a tener nuestros propios candidatos. El peronismo está hecho mierda“, alertó.
Con un marco estrictamente sindical, sólo acompañado por alusiones a Eva y Juan Domingo Perón, el anfitrión José Luis Lingeri abrió los discursos con un tono moderado. Consideró necesario “recuperar lo que es el peronismo” y “volver al origen”, “Hay que volver a la cultura del trabajo y para eso debemos generar trabajo genuino“, expuso, en un mensaje que buscó contrastar con las organizaciones sociales que pujan por planes sociales.
Desafío a La Cámpora
Más duro fue el secretario general de la Juventud Sindical Peronista, Sebastian Maturano. Cuestionó a quienes “usan el disfraz del peronismo y ganan elecciones” y pidió más espacio para la CGT en el Partido Justicialista. “Hoy en el PJ hay 113 miembros. 14 son del movimiento obrero y 15 de La Cámpora. No tengo nada contra ellos, pero ¿son más importantes que nosotros? ¿A dónde están los lugares que nos merecemos”, interpeló. Una curiosidad: no se escuchó en los micrófonos, pero cuando habló de la agrupación K, entre la muchedumbre surgió un grito: “Aguante Cristina“. Nadie lo contradijo.
Apoyado por una numerosa cantidad de agremiados que colmó una de las cabeceras, Andrés Rodríguez (UPCN) instó al Gobierno y a la oposición “a no hacerse los distraídos, con discursos vagos y marketineros cuando la gente pide soluciones”, pero insistió en el planteo. de que se “estar en la mesa de decisiones para definir la Argentina que queremos”. “No nos pueden dejar al margen. Está claro, el Movimiento Obrero merece cargos en el Congreso, en las Legislaturas provinciales y cargos partidarios, pero no con el dedo de nadie”, sostuvo. Hubo ahí un mensaje adicional: la CGT no está de acuerdo con la intentona K para derogar las PASO.
Por último, en el cierre, el dirigente estatal reiteró que el sindicalismo “es muy paciente y tolerante” y “sabe construir sin poner en riesgo las instituciones”, pero avisó: “Si tocan nuestros derechos, haremos tronar el escarmiento”.
El aviso de Daer
Con este aperitivo, en el final del acto, entre Gerardo Martínez, de la UOCRA, otro de los dirigentes que movilizó una multitud a Obras, y el titular de la CGT Héctor Daer, le terminaron de dar forma al pedido y la propuesta de la central.
“Queremos poner concejales, legisladores provinciales, diputados y senadores nacionales”, el líder del gremio de la Construcción, quien pidió “no echarle la culpa a nadie” por la falta de espacios e hizo la autocrítica: “Tal vez antes pensábamos que no teníamos que tener representación territorial”.
Martínez, que cuestionó la deuda tomada por Mauricio Macri y pidió “un silbido para el Fondo Monetario Internacional”, fue el primero en mencionar a Alberto F. en el acto. Le reconoció la inversión “para ayudar al sector productivo” que hizo durante la pandemia, pero advirtió que “no alcanza con lo que se hizo”.
A su turno, Daer, quien en el último tiempo ante la falta de respuestas a los pedidos cegetistas empezó a tomar distancia de su amigo el presidente Fernández, dejó en claro que este lanzamiento no implica una fractura del peronismo. “Somos peronistas, vamos a debatir en el peronismo, pero no queremos ser convidados de piedra”, expuso.
Hubo, en ese sentido, alusiones a los dichos de Fernández, quien en los últimos días puso el foco en garantizar el Frente de Todos: “No se trata de declamar unidad sino en declamar achicar la brecha entre los que más tienen y los que menos tienen”.
“Se nos dijo -completó- que en un Gobierno peronista la CGT era parte. Y la CGT no está sentada en los lugares donde se define la política”.
“No queremos romper ningún frente ni el peronismo, pero queremos peronismo con trabajadores y trabajadoras, porque si no estamos relegando en quién no tiene la visión y los intereses claros hacia dónde llevar a nuestro país”, reforzó.
En el último tramo de su discurso, Daer dejó otro aviso de cara a la recomposición salarial que plantean los gremios por la alta inflación: “Los mismos que no pudieron resolver esto nos dicen que la salida no son las paritarias sino una suma fija. Y nosotros decimos que no vamos a resignar la negociación colectiva bajo ningún punto de vista”.