En horas de la mañana, una vez que el tribunal declaró abierto el debate, se procedió a las preguntas identificatorias (datos personales) de los imputados. También se efectuó la lectura del hecho. Según se adelantó, este miércoles 9 de noviembre, se prevé que declare en primer término Pedro Paz, padre de Priscila. La rueda proseguirá con más testimonios. En representación del Ministerio Público Fiscal, interviene la fiscal Estela Giffoniello.
En 2019, la fiscal María del Carmen Reuter, formuló el requerimiento de elevación a juicio de la causa en la que investigó el crimen de la joven madre, quien fue privada de la libertad a la salida de su trabajo, en un hotel de El Manantial, en la mañana del domingo 22 de julio de 2018; y cuyo cuerpo fue hallado en una plantación de caña, nueve días después.
Llegan al debate como coautores responsables y voluntarios por el delito de privación ilegítima de la libertad en concurso real con homicidio agravado por ensañamiento: Juan José Dante Gómez, Facundo Damián Miranda, Walter Patricio Miranda, Franco Emanuel Ogas y Yanina Paola Rojas.
Víctor Hugo Carabajal fue acusado como partícipe necesario y voluntario de los hechos investigados.
En tanto, Luciana Erika Solange Alderete y Verónica Vanesa Argota fueron imputadas como autoras de «encubrimiento».
«No caben dudas que los imputados coautores y partícipes necesarios del hecho actuaron con absoluto desprecio por la vida humana, … no puede atribuirse el acontecer a uno solo de los imputados, sino a todos y cada uno de ellos, ya que el fallecimiento de Priscila no fue productor de un acontecer natural, sino, por el contrario, fue provocado por varias personas, que la asfixiaron y le asestaron golpes en todo el cuerpo hasta provocarle su óbito», expresó la fiscal Reuter, al fundamentar el pedido de elevación a juicio del caso.
Los hechos
Según la teoría del caso, a las 7.30 del 22 de julio de 2018, Priscila salió de su trabajo, un hotel alojamiento ubicado junto a la ruta 301. En esas circunstancias fue interceptada por Juan José Dante «El Salteño» Gómez, quien mediante engaños la llevó hasta una vivienda sin moradores en el barrio Ampliación Elena White, donde se encontraban: Héctor Jesús «Pocho» Ledesma, Walter Patricio «Borolo» Miranda, Franco Emanuel Ogas, Facundo Damián «Cancán» Miranda y Yanina Paola «Kingkona» Rojas.
En ese lugar, mantuvieron privada de la libertad y despojaron de su celular a Priscila, a quien le propinaron golpes en el rostro y en otras partes del cuerpo con un elemento contundente, agrediéndola también con golpes de puño y patadas; además, comprimieron su cuello para asfixiarla, produciendo como consecuencia una gran agonía y posterior fallecimiento. Luego, a los fines de evitar ser descubiertos, rompieron el teléfono de la víctima y lo ocultaron en el fondo de la casa de «Borolo» Miranda, en el mismo barrio.
Los captores, todos ellos adictos a las drogas, según costa en los informes y declaraciones, golpearon a Priscila: «Haciéndole padecer sufrimientos extraordinarios por la brutalidad con la que la atacaron».
Con la finalidad de hacer desaparecer su cuerpo, lo cargaron en una camioneta y lo depositaron, tiempo después, en una finca de caña cerca al lugar donde residía la víctima junto a su familia. El 31 de julio, el cadáver de la joven fue hallado en un cañaveral ubicado a la vera de la ruta 301, en la localidad de San Pablo.