En la partida de ajedrez político que Cristina Kirchner mantiene con la Corte Suprema de Justicia por el Consejo de la Magistratura, los senadores oficialistas esperarán a que el máximo tribunal realice su próximo movimiento antes de decidir la siguiente jugada con la que esperan escalar el conflicto.
“Reaccionar, vamos a reaccionar; no nos vamos a quedar callados. Pero vamos a ver qué hacen ellos antes de definir cómo vamos a responder”, confió una senadora del Frente de Todos que se encuentra en la primera línea de fuego del enfrentamiento con la Corte.
Por lo pronto, el tribunal le tomó este martes juramento a los consejeros de los otros estamentos que componen el órgano que selecciona a los jueces y dejó a un lado a los ocho legisladores, cuatro por cada cámara, designados por el Senado y Diputados la semana pasada.
Entre los juramentos postergados se encuentra el senador Martín Doñate (Río Negro), elegido por el bloque Unidad Ciudadana, una de las dos bancadas en que se dividió el Frente de Todos en abril último, cuyo nombramiento fue votado la semana pasada por la Cámara alta en una sesión de la que no participó Juntos por el Cambio en rechazo, precisamente, al nombramiento del legislador rionegrino.
La situación de Doñate, hombre de La Cámpora y de confianza de Cristina Kirchner, podría definirse este jueves. Ese día, la Corte tiene previsto reunirse en sesión de acuerdo y podría adoptar una definición sobre si acepta o no su designación.
Esa definición es la que esperan en el kirchnerismo antes de decidir su próximo movimiento en su enfrentamiento con el tribunal, al que acusan de estar interfiriendo con intencionalidad política en facultades exclusivas del Poder Legislativo, como sería la de organizarse en bloques según sus afinidades o intereses.
El fallo objetado por el kirchnerismo es que el emitió la Corte el pasado 8 de noviembre, cuando invalidó la jugada pergeñada por Cristina Kirchner en abril último, cuando decidió dividir el bloque del Frente de Todos en dos para así poder quedarse con tres de los cuatro representantes del Senado ante el Consejo de la Magistratura. “Es inadmisible”, fue el epíteto más liviano con el que calificó la medida la oficialista y presidenta del bloque Unidad Ciudadana, Juliana Di Tullio (Buenos Aires), durante la sesión de la semana pasada.
Por aquella maniobra, el oficialismo pudo designar a Doñate como consejero y frustrar las pretensiones del cordobés Luis Juez, propuesto por el bloque Pro para ocupar el sitial correspondiente a la tercera minoría. Tras casi siete meses de un periplo que transitó por varias instancias judiciales, el máximo tribunal terminó por darle la razón al senador opositor cuando apenas quedaban diez días para que se venciera el mandato del escaño que estuvo en disputa.
La semana pasada, el oficialismo decidió desafiar el dictamen de la Corte e insistió con la misma jugada de abril, con los mismos actores como protagonistas de la pulseada, Doñate por el oficialismo y Juez por la oposición, aunque con un par de diferencias: esta vez logró que el pleno del Senado refrendara el decreto de designación y la poltrona en juego es por un mandato de cuatro años.
Como ocurrió aquella vez, el cordobés se presentó ante la Justicia para obturar la movida kirchnerista. El amparo quedó en manos de la jueza en lo Contencioso Administrativo María Alejandra Biotti, quien en las próximas horas decidirá si le dar curso a la acción o la rechaza.
Esa es la señal que espera la Corte para saber los pasos a seguir en su acuerdo del jueves. En el caso de que Biotti otorgase el amparo podría decidir avanzar con la jura de los consejeros parlamentarios, pero hacer a un lado el nombramiento de Doñate, argumentando que debe esperar la decisión final que adopte la magistrada.
Esta movida de la Corte es la que espera ahora el oficialismo y la que podría determinar una nueva escalada en el enfrentamiento del kirchnerismo con los jueces del máximo tribunal de Justicia.