La hija del capitán Humberto Viola -asesinado junto a otra de sus hijas, María Cristina, entonces de tres años, durante un atentado perpetrado el 1 de diciembre de 1974- presenció el homenaje expresado por los legisladores Horacio Vermal y Nadima Pecci, de Fuerza Republicana. Y reaccionó cuando el peronista Gerónimo Vargas Aignasse hacía uso de la palabra. Ayer, en diálogo con LA GACETA, explicó qué la llevó a desmentir, desde el público, al legislador oficialista. Además, reclamó que el caso de su padre y de su hermana (en la foto, con ella) sea declarado delito de lesa humanidad.
-¿Qué experimentó en la sesión del jueves?
-Para mí es un honor que hagan un homenaje a mi papá y a Cristina. Durante muchos años no se hizo nada. Después de 12 años, en los que se prohibieron este tipo de homenajes, que suceda ahora, es un honor. Para mí, mi papá es un héroe que murió en la defensa de la patria. Por otra parte, en la Legislatura se habló de los derechos humanos. ¿Dónde están los de Cristina? ¿Y los de mi hermana Luciana (su madre, María Cristina Picón, estaba embarazada de ella cuando fue perpetrado el ataque), que no pudo conocer a mi papá? ¿Por qué la memoria es parcial? Se cuenta la historia con un ojo tapado. Yo lucho por que la muerte de mi papá y de mi hermana sean declaradas delitos de lesa humanidad; la gente se olvida, se mete todo dentro de una misma bolsa, pero en 1974 estábamos en un gobierno democrático. No era un gobierno militar. Esa fue mi bronca…
Te puede interesar: La hija del capitán Viola irrumpió en la Cámara y gritó: “¡Mentira, soy la hija, nunca los enjuiciaron!”
-¿Qué sucedió?
-Es que sentí impotencia, por que se decía (en la alocución de Vargas Aignasse) que los asesinos ‘habían sido condenados’. Y la verdad es que al operativo en el que mataron a mi papá y a mi hermana (estuvieron involucradas) unas 12 o 13 personas. Sí, hubo juicio, pero fue para dos o tres. Si en verdad los hubieran condenado a cadena perpetua, como se decía, ellos deberían seguir presos. Todos tendrían que estar presos, pero están caminando en libertad. Nadima Pecci y Horacio (Vermal, a cuyo equipo de asesores se sumó Fernanda) lo dijeron bien clarito: los derechos humanos deben ser para todos.
-¿Hubo repercusiones por lo que pasó en el recinto?
-He sentido apoyo. No voy a bajar los brazos hasta que los casos de mi papá y de Cristina sean declarados delitos de lesa humanidad. Nosotros también pedimos memoria, verdad y justicia. La muerte de mi papá fue un quiebre para la historia.
[su_note note_color=”#0A8C06″ text_color=”#ffffff” radius=”10″ class=””]Mucha gente, cuando vos hablás, sobre todo los adolescentes y los más chicos, no tienen la posibilidad de conocer toda la historia. Una amiga me preguntaba cómo podía ayudarme, después de esto. Y yo le decía que compartiendo el homenaje de la Legislatura. Porque antes sólo los hacían los militares. Y, así como mi familia, hay muchas, que están sufriendo y peleando porque mataron a sus padres o sus hermanos.[/su_note]