Los datos económicos de 2022 entregan un sinfín de informes que permiten analizar cómo se vive en la Argentina. Uno de ellos se centró en el crecimiento por provincia y en las diferencias que se exhiben entre ellas a la hora de analizar los salarios y las oportunidades económicas.
La Fundación Mediterránea, a través del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), elaboró un informe de coyuntura que partió de un interrogante: “En crecimiento económico, ¿puede una provincia diferenciarse permanentemente del país?”.
“Los datos de 2022 muestran que los mayores sueldos en el sector privado se pagan en las provincias patagónicas, por gas, petróleo y regímenes especiales, con guarismos superiores a los 1.500 dólares (tipo de cambio oficial). Por encima del promedio también se encuentra la Ciudad de Buenos Aires”, destacó el informe. En Santa Cruz, Neuquén y Chubut, los salarios -en promedio- superan los 1800 dólares (valor oficial) por mes.
Las cinco provincias argentinas con peores salarios
En el informe se agregó: “La parte inferior del ranking es ocupada por varias jurisdicciones norteñas, con remuneraciones que oscilan entre los 770 y 850 dólares por mes”. Los últimos puestos de este listado los ocupan Santiago del Estero, Misiones, La Rioja, Tucumán y Chaco.
“Considerando la dinámica, no la fotografía, se tiene que en los últimos veinte años la masa salarial privada tuvo una importante mejora en la primera década de este siglo, pero a partir de 2013 comienza un recorrido inverso, aunque con oscilaciones. Entre 2013 y 2022 se registra una caída de la masa salarial privada de 16% en términos reales”, explicaron.
“Las provincias grandes marcan el ritmo nacional”, detalló el informe. En este punto se mencionó a Córdoba como la mejor en cuanto a índices de empleo y a la Provincia de Buenos Aires como la peor en cuanto a salarios.
“Entre las jurisdicciones que no copian exactamente la tendencia nacional se encuentran las patagónicas: presentan un salto de nivel casi a fines de la primera década de los 2000, y luego siguen la dinámica nacional. En Santa Cruz, el incremento se da tanto en empleo como en salarios. Ídem en Neuquén, siendo más fuerte el impulso en empleo. En cambio, en Chubut pesó más el aumento en salarios.
Otras provincias con buen desempeño son Tierra del Fuego, San Juan y Salta. La primera encontró su impulso “en la primera parte de los 2010 que se explica por salarios y luego vuelve a la dinámica nacional. En San Juan el fenómeno fue transitorio, asociado al boom minero. En Salta, como en otras provincias norteñas, el impulso se explica más por empleo. Con peor performance, la Ciudad de Buenos Aires, Catamarca, La Rioja y San Luis”, destacaron en el documento.
En cuanto a lo geográfico, se observa que este es un punto clave y que las jurisdicciones más beneficiadas son las que están más cerca de los puertos o de la capital del país. “Eso les permite desarrollar actividades que no están vinculadas con sus recursos naturales. En cambio, en las que están más alejadas, la estructura productiva depende esencialmente de sus recursos naturales”, indicaron.
“Un gobierno provincial puede influir en la estructura económica, especialmente potenciando el aprovechamiento de sus recursos. Una manera de hacerlo es eliminando trabas y restricciones. También puede intentar mejorar el entorno provincial, prestando mejores bienes públicos de educación, salud y seguridad, junto a la reducción de costos monetarios y de tiempo en distintos trámites e impuestos”, sostuvo el informe.
Como reflexión final, se indicó que “un objetivo de política es lograr un desarrollo económico armónico, de modo que no haya diferencias sustanciales entre las regiones. En cambio, debe presumirse que cada provincia busca ser mejor que las demás, atrayendo inversiones para generar más empleo y mayor bienestar”.