PUNTA DEL ESTE.- El emir Tamim bin Hamad al Thani viajó 12.980 kilómetros desde Qatar y aterrizó este último fin de semana en el exclusivo balneario uruguayo. El líder que se volvió furor por el despliegue de la Copa del Mundo en el país de Medio Oriente arribó al Este en un clima de mucho hermetismo para participar de una visita privada.
La llegada del líder qatarí fue sincronizada con la aparición de dos mega embarcaciones en el puerto de Punta del Este, que llamaron la atención de locales y turistas. Se trata de los barcos Alpha y Aquarius, dos navíos que -en conjunto- tienen una valuación que superan los 300 millones de dólares.
De acuerdo a la reconstrucción de este medio, el arribo de Tamim está vinculada a los lujosos barco barcos anclado en la bahía de Maldonado. Los movimientos del qatarí en tierra fernandina se manejan en un operativo de altísimo secreto y seguridad. “Estuvo ayer de reunión en uno de los barcos. Los dos navíos vienen desde Niterói, Brasil. Uno es para él, otro es para su equipo de seguridad”, informó una fuente con acceso al cronograma del emir.
Almuerzo en La Huella
Lejos de los trajes tan característicos del Golfo Pérsico y los Emiratos Árabes Unidos, donde los qataríes suelen lucir un Kandurah (la túnica blanca que llega hasta los tobillos) junto a la ghutra (el pañuelo de algodón generalmente en tonos blancos y rojos), el emir se mostró con un look occidental en su visita a Uruguay.
Este domingo, en el primer día de Año Nuevo, Tamim bin Hamad al Thani lució una chomba azul oscuro en un almuerzo en el icónico restaurante Parador La Huella, donde se sentó junto a su amigo, el extenista devenido en empresario Gastón “Gato” Gaudio.
La imagen fue difundida por el periodista uruguayo Marcelo Gallardo, en su perfil de Twitter.
Hasta ahora, Tamim no tiene prevista una agenda de reuniones con autoridades uruguayas.
Quién es Tamim bin Hamad
Tamim bin Hamad Al Thani pertenece a la dinastía de los Al Thani, que desde hace décadas controlan el destino del país en Medio Oriente. En 2013, el líder tomó las riendas después de que su padre, Hamad bin Jalifa Al Thani, anunciara su abdicación.
Su padre había comenzado en la década del ‘90 las tareas de expansión de sus negocios para convertirse en el mayor exportador mundial de gas licuado y, desde entonces, la dinastía trabajó en abrir Qatar al mundo. De esta manera comenzaron a surgir los emblemas del país: la cadena Al Jazeera, la aerolínea Qatar Airways, Qatar Investment Authority. También sumó su participación en empresas de renombre internacional como Volkswagen, Porsche, Harrods, Tiffany, British Airways, y más.
En relación al fútbol, la dinastía Al Thani invirtió millones de dólares y se posicionó al fundar el grupo inversor que compró el club Paris Saint-Germain, además de destinar fondos en Barcelona.
A nivel global, su posicionamiento definitivo llegó con el Mundial de Qatar, donde -según cifras oficiales- viajaron más de 1,4 millones de personas para participar del torneo por el máximo nivel futbolístico.