Auna semana de que Luiz Inácio Lula da Silva asumiera su tercer mandato como presidente de Brasil, un grupo de simpatizantes del mandatario saliente Jair Bolsonaro, quien no reconoció nunca la derrota, rompió el vallado de la Policía Militar e invadió el edificio del Congreso Nacional. Los manifestantes se concentraron en el Cuartel General del Ejército, en Brasilia, y descendieron hacia la Esplanada de los Ministerios este domingo por la tarde.
Los militantes entraron también al edificio de la Suprema Corte de Brasil (STF). Protestan contra Lula da Silva y reclaman la intervención de las Fuerzas Armadas, en otras palabras, quieren un golpe de Estado. Los grupos pro Bolsonaro están integrados por militares, exmilitares, y extremistas de derecha que, desde la derrota electoral, claman por un golpe de Estado. Hoy entraron con pancartas pidiendo la intervención de las fuerzas armadas. También hay versiones de que ingresaron al Planalto, el Palacio de la presidencia de la Nación.
El presidente no se encuentra en Brasilia, porque pasa el fin de semana en San Pablo, y el domingo se desplazó a Araraquara, en el interior del estado, para supervisar los daños causados por las lluvias en la región.
Los edificios en la plaza de los tres poderes
Las imágenes recordaron a la toma del Capitolio en Estados Unidos el 6 de enero de 2020 cuando Donald Trump no aceptó la derrota contra Joe Biden, motivo por el cual un comité del Congreso lo está investigando.
Más temprano, el ministro de Justicia, Flávio Dino, dijo que había hablado con los gobernadores sobre los actos antidemocráticos que ocurren en todo el país y dijo que esperaba que la policía no necesitara actuar para contener los actos violentos de estos grupos. Pero hubo un choque con la Policía Militar cuando los manifestantes, vestidos de verde y amarillo (los colores de la bandera nacional), voltearon las vallas y entraron al edificio.
“Ayer hablé con los gobernadores, incluidos los que no son de nuestro campo político. Queremos que prevalezca la LEY y que no haya delitos. Estoy en Brasilia, espero que no ocurran hechos violentos y que la policía no tenga que acto. La “toma de poder” puede ocurrir solo en 2026, en una nueva elección “, escribió Dino. Dino autorizó el uso de la fuerza nacional para disuadir los grupos de extrema derecha.
La Policía Militar está usando bombas aturdidoras para tratar de contener a los manifestantes. Un coche de la policía legislativa se estrelló contra el espejo de agua del Congreso.
Destrozos en el interior de los edificios
Las imágenes viralizadas en las redes sociales y compartidas por simpatizantes bolsonaristas dan cuenta de destrozos en el interior del organismo legislativo con personas encima de las butacas de los congresistas y en el sector del presidente durante las seisones.
Dentro del recinto, los manifestantes saquearon las butacas, se sentaron en ellas y destruyeron diferentes mesas y sillas, además de cuadros y decoración del interior del Congreso.
Uno de los videos detalla que la bronca se centra contras algunos senadores federales tales como Jader Barbalho del Movimiento Democrático Brasileño.
Además, se reportaron destrozos en el interior de una capilla próxima a la sede de la Corte Suprema. Allí, las personas arrojaron papeles, bombas de humo y rompieron las ventanas.
Por su parte, el exministro de Justicia de Jair Bolsonaro, Sergio Moro, se expresó a tarvés de su cuenta de Twitter y repudió el accionar de los bolsonaristas. “Las protestas tienen que ser pacíficas. Las invasiones de edificios públicos y la depredación no son respuestas. La oposición debe hacerse de manera democrática, respetando la ley y las instituciones. Los invasores deben salir de los edificios públicos antes de que la situación se intensifique”, sentenció.
En las afueras de la sede de la Corte Suprema los manifestantes rompieron los ventanales, con piedras y objetos contundentes. Asimismo pintaron con grafittis las paredes exteriores de color blanco y por el humo en el interior, producto de bombas de estruendo, se activaron los aspersonres contra incendios.
En las afueras, en la plaza, donde todavía se concentra una multitud de manifestantes, un policía fue agredido mientras montaba su caballo. Los bolsonaristas lo agredieron con palos, a él y al corsel. Mientras intentaba encima del animal, fue sujetado de su ropa y arrojado al suelo. Aún la Policía, ni el ejército pudo controlar a las personas.