Maxi Jonás es un talentoso fotógrafo de naturaleza que vive en la ciudad chubutense de Puerto Madryn y esta semana capturó con el teleobjetivo de su cámara una de las mejores fotos de su carrera: un delfín oscuro en “vuelo” captado en la cumbre de su salto –se notan hasta las gotitas que caen– frente a un grupo de turistas que había salido en lancha a ver cardúmenes de esta especie.
El delfín –por efecto del zoom– parece recortado en el cielo y volarles por encima a los navegantes, pero la realidad es que ellos miraban para el lado equivocado y nunca lo vieron. La escena igual quedó guardada para todos los que no estuvieron allí, gracias a los reflejos y pericia para el enfoque que tiene Jonás –con un tele es más difícil–, subido a otra lancha en condiciones nada cómodas (y con la cuota de suerte e inuición necesarias para estar ante semejante situación impredecible).
Jonás lleva años embarcándose a producir fotos de fauna patagónica y nunca había tenido una oportunidad como ésta. Estos paseos turísticos salen casi todos los días desde diciembre a abril, por supuesto que con resultado incierto. El hecho es que los delfines andan en grupos de hasta 200 ejemplares –es lo normal verlos en esa cantidad– y se la pasan haciendo acrobacias aéreas cuando salen a respirar en el Golfo Nuevo. Lo que hacen es perseguir cardúmenes de anchoítas, a los que van rodeando para poder atacar. Al haber pesca en superficie, las aves se hacen un festín, arrojándose en picada en masa al ver la comida “servida en bandeja”.