Guillermo Bailat, médico del Sanatorio Avellaneda, fue agredido de manera salvaje a trompadas y patadas el sábado pasado en uno de los pasillos del centro de salud por los familiares de una paciente.
Bailat, de 58 años, trabajaba con normalidad en el sector de diagnóstico por imágenes. Había recibido a una mujer que, tras ser derivada desde la primera atención en la guardia, debía realizarse una ecografía abdominal.
Una vez hecho el estudio, el profesional estaba en su consultorio cuando oyó golpes fuertes en la puerta. Cuando salió, se encontró con dos hombres que resultaron ser los hijos de la paciente a la que acababa de atender.
Las cámaras del sanatorio fueron testigo de lo que ocurrió después. Tras un fuerte cruce verbal en el pasillo, uno de los atacantes se puso cara a cara con el médico y lo escupió.
Enseguida, los agresores comenzaron a asestarle un golpe tras otro al profesional que, como podía, se defendía. Incluso, cuando parecía que la agresión se había dado por terminada, uno de los hombres volvió a arremeter contra la víctima.
El médico sufrió una fractura de costilla, un derrame ocular y hematomas en diferentes partes del cuerpo. El profesional radicó la denuncia penal y sumó que los agresores lo amenazaron con represalias si lo encontraban en la calle.
Voceros médicos indicaron que la conducta violenta de los dos hombres se habría originado en un comentario de Bailat a una enfermera respecto de que “no se trataba de una situación urgente” la atención de la mujer, algo que los habría ofuscado aún más.
Por su parte, el Sindicato de Profesionales Universitarios de la Salud (Siprus) de la ciudad de Reconquista expresó su repudio ante la “brutal agresión sufrida” por Bailat en el desarrollo de su profesión.
“Vemos con enorme preocupación el aumento de las situaciones de violencia de todo tipo sufridas por los trabajadores de la salud en el ámbito laboral”, añadió el gremio, que sostuvo que generan “un devastador impacto y secuelas en quien las padece en particular y el temor en general”.
Sobre el estado de salud del médico, el abogado de la víctima, Gabriel Micheloud contó que físicamente se encuentra bien “aunque dolorido”, pero que está consternado. “Es un médico reconocido en la zona y nunca vivió un episodio de esta magnitud”, contó el letrado de la víctima. Por el hecho, se inició una investigación por lesiones leves dolosas, carátula que no conlleva la detención de los agresores.