El Estado nacional “adeuda” a la educación unos 3,4 billones de pesos, o unos USD 26.000 millones, por la falta de presupuesto destinado al área en la última década y media. El Poder Ejecutivo se había comprometido a proveer de fondos equivalentes al 6% del PBI todos los años, algo que solo cumplió en tres de los últimos trece años.
Un informe elaborado por el Observatorio Argentinos por la Educación, integrado por el ex ministro de Educación porteño Mariano Narodowski, mencionó que ese piso de inversión pública en educación formó parte de la Ley de Financiamiento Educativo aprobada por el Congreso en 2005. “Todas tuvieron un apoyo legislativo considerable y de hecho este criterio de financiamiento no ha sido objetado formalmente después de su sanción hace 17 años”, mencionó el informe, al que Infobae tuvo acceso.
En ese sentido, el observatorio estimó que si bien se creía que entre 2006 y 2014 se había sobrecumplido el compromiso del 6% del PBI de fondos presupuestarios para el área, “a partir de la base de cálculo dispuesta por el Indec en mayo de ese año, que sinceró buena parte de la estadística oculta durante mucho tiempo, diferentes estudios constataron que no se había llegado a alcanzar” esa métrica.
Por eso, el estudio concluyó que solo en los años 2013 y 2015 se alcanzó el 6% objetivo (en el caso de 2013, la meta aún incluía ciencia y tecnología), mientras que en 2009 se cumplió una meta “intermedia” que se había planteado antes de alcanzar el 6% del Producto de piso.
“A lo largo del tiempo se fue acumulando una importante deuda del Estado argentino con su sector educativo, deuda que puede ser cuantificada para así tener una visión más precisa no solamente de los problemas de financiamiento sino respecto del compromiso real con el mejoramiento del sistema educativo”, explicó el informe, del que también participan Gabriela Catri y Martín Nistal.
Así, calcularon que “entre los años 2006-2009 se establecieron metas intermedias hasta llegar al objetivo en 2010: 4,7% en 2006, 5% en 2007, 5,3% en 2008 y 5,6% en 2009. Al año siguiente, la meta debería ser del 6% y una vez alcanzada, ese porcentaje habría de ser solo para educación, excluyendo a ciencia y tecnología. Actualmente rige esa meta”, agregó.
“El gasto destinado a la educación (y ciencia y tecnología, cuando corresponde) se reparte entre las distintas jurisdicciones y el Estado Nacional. Aproximadamente 1 de cada 4 pesos es invertido por Nación y 3 de cada 4 pesos por las jurisdicciones”, detalló el observatorio.
De acuerdo a los cálculos hechos por el estudio, el año 2015 fue el de mayor ejecución presupuestaria como porcentaje del PBI al haber alcanzado el 6,1 por ciento del PBI. En el extremo opuesto, el año con menor cantidad de fondos ejecutados fue 2006, con 4,6 por ciento. Los únicos tres años en los que se alcanzó la meta establecida fueron en 2009, 2013 y 2015, concluye.
El ejercicio que hizo el observatorio fue estimar, entonces, cuál fue la deuda que se fue acumulando entre 2006 y 2020, en términos monetarios, por el presupuesto que faltó asignarle a la educación para cumplir con ese piso de 6% del PBI. “Se contrajo deuda con la educación todos los años analizados, excepto 2009, 2013 y 2015, cuando la ejecución presupuestaria excedió a la meta anual del porcentaje sobre PBI”, explicaron.
Los tres años de mayor deuda contraída con la educación fueron 2019 (por un estimado de $841.000 millones), 2018 ($751.000 millones) y 2020 ($570.000 millones), expresados en pesos constantes del 2022.
En cuatro años el estudio detectó porcentajes de deuda mayores al 10% del total. El año 2010, por ejemplo, sumado al trienio 2018-2020, comprometen el 68,4% del total de la deuda educativa argentina que registró el observatorio.
Como números globales, el período que abarca desde 2006 hasta 2020 reflejó que el tamaño de la deuda acumulada con la educación alcanzó el equivalente al 5% del PBI de 2020. Esa proporción del producto es equivalente a 3,4 billones de pesos -con la nominalidad de 2022-. Sus estimaciones muestran que esa cifra equivaldría, a su vez, a USD 26.009 millones. Como comparación, sería casi el 60% de lo que se le debe al Fondo Monetario Internacional.
“Es así que si el Estado Argentino hubiese querido pagar la deuda educativa de una sola vez en el año 2020 debería haber casi duplicado el gasto educativo entre la Nación y las provincias (llevándolo al 11% del PIB en ese año)”, fue una de las conclusiones del estudio.