Wanda Nara regresó a Estambul en medio de los rumores de romance con Keita Baldé, el senegalés que jugó con Mauro Icardien el Inter de Milán. El objetivo era que sus hijos se reencontraran con el rosarino, pero a ella también se la vio muy cerca de él. Aunque viven en departamentos separados, comparten gran parte del día y hay fotos que lo comprueban.
El deportista del Galatasaray ya puso en marcha el operativo reconciliación y va despacio, ya que quiere hacer las cosas bien. Primero la sorprendió con un cuadro pintado por un fan, inspirado en un retrato muy sensual de ellos. Luego la invitó a comer sushi en un sofisticado restaurante, donde conversaron sobre su futuro.
A Wanda y los chicos también se los vio paseando en la limusina que tienen a disposición. Esta vez, con un ocupante menos, ya que Valentino López se quedó en la Argentina con su abuela. Los fans de Icardi están convencidos de que habrá otra oportunidad con la empresaria, que volvió a Turquía completamente renovada tras apostar al castaño.
Por qué Wanda Nara volvió a Turquía sin su hijo Valentino
Wanda Nara decidió viajar a Estambul, pero su primogénito se quedó en la Argentina. Después de haber sido preparado por Maxi López, el adolescente quedó en las inferiores de River y por eso deberá instalarse en la Argentina, lo que obligó a la empresaria a asumir que ya no lo tendrá todo el día a su lado.
“Te amo. Aunque me duela verte crecer y los cambios que provocan en la familia, soy la más feliz. Es tan difícil encontrar un propósito y una pasión del alma en la vida. Y vos de tan chiquito la tenés. Que nada ni nadie te desenfoque de tu meta y que tus sueños sean el motor de tu sacrificio. Las piedras en el camino son inevitables, sáltalas o correlas, pero seguí con más fuerza. Hay un solo secreto: trabajar con el alma”, expresó en un posteo desde el Aeropuerto de Ezeiza.
Icardi también lo va a extrañar, ya que lo quiere como si fuera su propio hijo Así se lo hizo saber la semana pasada, cuando el nene cumplió 14. “Sos un ser humano con un corazón que no te entra en el pecho. Tan bueno y tan responsable como eras ya desde esos tiempos por tu sueño de jugar a la pelota y en la vida cotidiana. Hoy ya sos un adolescente de 14 años pero para mí vas a seguir siendo ese chiquito que camina todo el día con una pelota en sus pies por toda la casa. Deseo que la vida te siga llenando de cosas buenas y que todas tus metas y sueños se puedan cumplir. Voy a estar siempre presente en cada paso para acompañarte a realizar cada cosa que te propongas. Te amo”, le dijo.