La Cámara Federal admitió un pedido de la vicepresidenta Cristina Kirchner para ampliar la investigación de la pista que en torno al diputado del Pro Gerardo Milman con respecto al atentado contra su vida sufrido el 1 de septiembre del año pasado.
En un fallo por mayoría, con la disidencia del juez Mariano Llorens, la Cámara Federal permitió analizar las comunicaciones de los celulares de las colaboradoras del legislador Ivana Bohdziewicz y Carolina Elizabeth Gómez Mónaco, dede el 1 de julio hasta el 1 de diciembre del año pasado.
Así lo decidieron los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, que revocaron la decisión de la jueza María Eugenia Capuchetti que había limitado en el tiempo los días en que se iba a efectuar el análisis del contenido del celular.
El pedido lo había realizado Cristina Kirchner a través de sus abogados José Manuel Ubeira y Marcos Aldazábal. La vicepresidenta impulsa la idea de que, en días previos al atentado, el diputado Milman se reunió con estas colaboradoras en el bar Casablanca, frente al Congreso y que allí -según declaró Jorge Abello, asesor de un legislador kirchnerista- habría dicho “cuando la maten voy a estar camino a la costa”.
Con esto, Cristina Kirchner sostiene la idea de que Milman sabía de antemano que iba a ocurrir el atentado. Capuchetti investigó esta pista, le tomó declaraciones al asesor del legislador, a los testigos, al as colaboradoras de Milman y concluyó que no se probó que el diputado hubiera realizado estas afirmaciones.
No obstante, la vicepresidenta insistió en analizar el contenido de los celulares de las asesoras de Milman, en el entendimiento de que podría haber evidencias sobre su hipótesis. A pesar de que son testigos y no imputadas se consintió acceder al contenido de sus teléfonos y, ahora, la Cámara Federal permitió ampliar al lapso temporal de esta búsqueda.
Bertuzzi y Bruglia escribieron en su fallo que “luce razonable” que se realice la búsqueda de la información contenida en los teléfonos de Ivana Bohdziewicz y Carolina Elizabeth Gómez Mónaco, pero esa tarea “habrá de circunscribirse a corroborar o descartar la existencia de cualquier mención a los dichos que, según el testigo Abello, habría proferido Gerardo Milman el 30 de agosto de 2022 y/o cualquier mención o texto que pueda vincularse al atentado”.
El estudio debe realizarse “bajo preciso control jurisdiccional y del Ministerio Público Fiscal y con restricción de absoluta reserva de toda aquella información que no guarde estricta relación con el caso”. Esto es para evitar una filtración de información que hace a la intimidad de las asesorás de Milman, que busquen perjudicar a ellas y al legislador.
El juez LLorens, por suparte, se negó a ampliar el lapso temporal del estudio y dijo que “la parte no logró fundar adecuadamente la extensión solicitada, máxime, cuando en la propia audiencia ambos letrados advirtieron la inutilidad de la prueba pedida debido a su sospecha de que el contenido de un aparato telefónico habría sido borrado mientras que el otro habría sido cambiado por su usuaria”.
Por eso, Llorens dijo que los argumentos de la vicepresidenta “de momento parecen abstractos y carentes de sentido objetivo”. De todas formas, prevaleció la postura a favor del pedido de Cristina Kirchner.
