El expresidente Mauricio Macri reapareció hoy en la escena pública y busca dar por cerrado el fuerte enfrentamiento con Horacio Rodríguez Larreta por la doble votación en la Ciudad de Buenos Aires, pero sugirió que el jefe porteño no respetó a Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal, dos aspirantes a la presidencia, al no comunicarles que había decidido optar por el formato de elección “concurrente” en el bastión de Pro, tal como le pedía Martín Lousteau, aspirante a jefe porteño de la UCR y uno de sus socios estratégicos en Juntos por el Cambio.
Lo hizo al participar de un nuevo encuentro del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP) en el predio de la Sociedad Rural en Palermo. Allí, el exmandatario expuso ante las autoridades de las principales cámaras de la industria, la construcción, el campo, la bolsa y el comercio.
“Lamento que Horacio no haya trabajado en equipo con María Eugenia y Patricia. Es respetar a tus rivales. Hemos perdido el diálogo. Siempre hicimos culto del diálogo. Espero que todos vuelvan a focalizarse en para qué quieren ser elegidos para gobernar la Argentina”, aseguró Macri cuando los empresarios que asistieron al encuentro le preguntaron sobre la trifulca interna en la oposición. Entre los integrantes del establishment habían inquietud por la disputa en la cúspide de Pro.
A dos semanas de renunciar a la chance de volver a disputar la presidencia, Macri se reunió hoy con los máximos referentes del denominado “círculo rojo” en Palermo. A lo largo de su discurso, el expresidente relativizó las tensiones en el conglomerado opositor y remarcó que confía en que los tironeos por el armado en la Ciudad no llegarán a lugares “dañinos” para el Pro. “Yo estoy acá porque si tenemos el coraje de hacer lo correcto, que es lo contrario de lo políticamente ente correcto, el futuro es nuestro”, señaló.
A su vez, Macri ratificó que pronostica para este año un ballottage entre Juntos por el Cambio y el fenómeno antisistema Javier Milei (La Libertad Avanza).“Él dice hay que dinamitar todo. Hay que semi dinamitar todo”, resaltó.
Macri irrumpió en escena en medio de la discusión con Larreta provocada por la decisión del jefe de gobierno porteño que se elija a su sucesor en la ciudad con boletas separadas de las nacionales, tal como le pedía Martín Lousteau, aspirante a jefe porteño de la UCR.
El expresidente eludió referirse a la interna durante su discurso, pero no pudo eludir el tema ante la consulta de los empresarios. “Estamos recorriendo una experiencia inédita para el Pro. Competir con altura, constructivamente, sabiendo que lo importante es para qué vamos a volver al poder. Los egos, la rivalidad y la vehemencia… Soy amante de la competencia. Tenemos que poder superar esta situación. Confío en que no vamos a llegar a lugares dañinos para la coalición”, puntualizó.
Tras pasar Semana Santa en su refugio de Cumelén, el fundador de Pro regresó a Buenos Aires y retomó su actividad política. El lunes se disgustó con su exjefe de Gabinete durante ocho años en la Ciudad cuando se enteró a través de un video que publicó Larreta en las redes sociales que el alcalde había optado por convocar a elecciones “concurrentes” en la fortaleza electoral de Pro, una alternativa que había rechazado el expresidente.
Macri masculla bronca desde hace dos días por la maniobra de Larreta, pero decidió dar por cerrado el asunto. Para el expresidente, retener la Ciudad de Buenos Aires en manos de su partido y, sobre todo, de su primo, Jorge, es una prioridad absoluta. Considera que el distrito porteño, donde el macrismo gobierna desde 2007, es la base electoral de Pro y está convencido de que Larreta buscó beneficiar a Lousteau, el postulante del radicalismo, para garantizarse el apoyo de un sector de la UCR a su proyecto nacional. Esa es la raíz de su “profunda desilusión”.
“No tengo mas nada que agregar. Es todo lo que dije recién”, le respondió Macri a LA NACION ante la consulta sobre la disputa con Larreta. A su vez, confirmó que no volvió a conversar con el jefe porteño: “No hablé con Horacio pero lo haremos en estos días”. Macri tuvo ese breve intercambio con este medio mientras se disponía a tener una charla a solas con el empresario Fabián Papini, presidente de Reef.
Tras ese quiebre con Larreta, el expresidente recalcula y planea guardarse. No quiere que Larreta capitalice la confrontación. En su entorno dicen que se mantendrá por encima de la interna entre sus herederos y que no se inclinará en el corto plazo por Bullrich, a quien nutrió de alfiles propios, al menos hasta que Vidal decida si competirá o no por la candidatura presidencial, a fin de mes.
Macri entrará y saldrá del ring electoral para marcar sus diferencias con aquellos dirigentes de Pro que no exhiban la firmeza para el cambio que él pregona. Dicen que seguirá defendiendo los “valores” e ideas de su partido. Para Macri, lo más importante es la identidad: “Somos el cambio o no somos nada”. Sus interlocutores habituales sí creen que “se va a diferenciar cada vez más de Horacio”.
Tras anunciar las elecciones concurrentes, una medida con la que buscó dar un golpe de autoridad y exhibir personalidad para tomar decisiones, Larreta se encamina a unificar la oferta de Pro en el distrito, como le prometió a Macri en la última reunión a solas en un club de tenis en Palermo. El alcalde no quiere que lo presionen, sobre todo, los Macri, por eso, dilata la definición y mantiene en el ring a Soledad Acuña y Fernán Quirós. Cuando reste poco tiempo para el cierre de listas, dirá a qué candidato apoyo. Jorge Macri se fue a Nueva York con la idea de que podrá contar con su aval. Sin embargo, hay larretistas y radicales que ponen en duda que cumpla los requisitos legales para postularse y no descartan una impugnación. “Cualquier ciudadano puede impugnarla”, avisó Emiliano Yacobitti. Cerca de Jorge Macri insisten en que podrá competir y que tiene los papeles en regla. Es más: afirman que hicieron consultas a la Justicia porteña. Macristas paladar negro deslizaban ayer que si Larreta presiona con una eventual impugnación –algo que descartan en su mesa chica- podría sufrir efectos colaterales en su armado. Es que sus detractores ponen la mira en Diego Santilli.
Hoy, Larreta salió a aclarar que considera que Jorge Macri cumple con los requisitos para cumplir. Señales de una tregua. Esta mañana, el jefe porteño había pedido a sus ministros “no engancharse en las disputas” y bajar el nivel de conflicto. “Hay que bajar la espuma”, dicen en Uspallata. Sin embargo, el jefe porteño mantiene la postura desafiante y no confirma s apoyo a Jorge Macri. “Hasta que no lo veamos, no lo creemos. Vienen prometiendo eso hace tres meses”, afirman cerca del fundador de Pro.
Críticas al Gobierno
El expresidente hizo un diagnóstico muy duro del futuro del Gobierno en el predio de La Rural. Allí, fue recibido por la comisión directiva del CICyP, que integran Marcos Pereda (Sociedad Rural Argentina (SRA); Daniel Funes de Rioja, titular de la Unión Industrial Argentina (UIA); Adelmo Gabbi (Bolsa de Comercio); Martín Cabrales (Cabrales); Bettina Bulgheroni (Samconsult); Gustavo Weiss (Cámara Argentina de la Construcción) y Eduardo Eurnekian (Cámara Argentina de la Comercio y Servicios), entre otros. Ante la cúpula de CICyP, Macri deslizó críticas a los empresarios, a quienes recriminó haberse ilusionado con la gestión de Sergio Massa en el “semestre pasado”.
En su exposición, Macri destacó la necesidad de que haya un “shock de orden en la economía, en los barrios y para fortalecer la instituciones, para recuperar la libertad y la confianza”, y sentenció: “¿Será fácil? No. Van a hacer muchas batallas. Y después vamos a ganar la guerra. Pero sin atajos ni liderazgos tóxicos. O pensamos en el conjunto o esto no sale”.
“Estamos asistiendo a la desaparición del peronismo kirchnerista en esta versión, y si resurge, deberá ser una versión republicana”, afirmó este mediodía. Dijo además que el kirchnerismo “destruyó el valor de la palabra”. Y sostuvo: “Si no hay apreciación de la realidad, no hay posibilidad de dialogar”.
Después de su discurso, el expresidente respondió preguntas de los asistentes. Insistió en que “lo que viene es hacer las cosas de fondo, no hacer un poquito” y advirtió que “la conflictividad va a esta igual”.
Respecto del panorama electoral, reiteró que visualiza que el mayor desafío de JxC sería enfrentar a Milei en un eventual ballottage. “Vamos a ir a una segunda vuelta con esta versión rupturista y de enojo. Será un desafío para el candidato nuestro que gane la interna. El coraje tiene que enfrentar al statu quo”, afirmó. Según Macri, los candidatos de Pro deben demostrar que tienen puntos en común con Milei, pero con un plus: la “experiencia”.
“La pelota está en nuestra cancha, en la de la oposición, de todos los sectores: de los jueces, sindicalistas, todos nos tenemos que empoderar para que este cambio empiece en serio”, concluyó.