El secretario Ejecutivo Médico del Siprosa, doctor Miguel Ferre Contreras, encabezó esta mañana una reunión con la responsable de la Dirección de Rehabilitación de la Provincia, licenciada Liliana Perret y durante el encuentro se continuó delineando estrategias en el marco de la campaña de prevención y abordaje de bronquiolitis en la provincia.
En este contexto Perret comentó que el trabajo está enfocado en continuar reforzando las áreas que ya se encuentran abocadas a la atención de la enfermedad: “Han aumentado mucho los casos y lo que estamos tratando de hacer también es no solamente enfocarnos en la atención en sí del niño, sino tratar también de hacer entender a la población, sobre todo a las mamás, muchas de ellas muy jóvenes, lo que es la prevención y su importancia”.
“Siempre tenemos que tener en claro que la prevención es lo mejor que podemos hacer, tratar de que nuestros niños no se enfermen y esto es algo que se logra a través de cosas sencillas, muchas de esas pautas quedaron en el imaginario de todos gracias al coronavirus, una es el lavado de manos, otra es no sacar al recién nacido a ningún lado mientras no haya necesidad, que no lo toquen otros familiares, que dentro de lo posible no vayan a conocerlo en esta época y si llegara a haber algún miembro de la familia enfermo, no se debe acercar a ese niño”, resaltó la referente.
Siguiendo esta línea Perret aclaró que, en caso de que el niño se enfermara, se debe acudir a consulta a los lugares que correspondan para que pueda ser atendido en tiempo y forma y que el criterio profesional sea el que determine, si puede quedarse en casa o no, de acuerdo al desarrollo de cada cuadro en particular.
Respecto a la incidencia de la kinesiología en el tratamiento de la enfermedad, Perret enfatizó que desde la especialidad los profesionales que la ejercen deben estar preparados y trabajar codo a codo con los médicos y personal de enfermería, ya que el trabajo para hacer frente a la bronquiolitis no puede hacerse unilateralmente, sino que se requiere de un equipo multidisciplinario: “La idea es que inmediatamente después de que lo ve el profesional médico, el que continúe con la tarea con ese niño sea el kinesiólogo y la enfermera para que el paciente no acumule secreciones, porque en esa situación radican potencialmente las mayores complejidades que pueden derivar en neumonías y atelectasias, que son cuadros ya mucho más delicados”.
“Lo que hacemos desde el área de kinesiología en primera instancia en general es la valoración conjunta del niño, se tiene siempre una historia clínica del mismo para que uno sepa cómo va evolucionando, eso es fundamental. A la vez que se va avisando y manteniendo informada a la mamá respecto a esto, nuestra atención específica apunta al despeje de la vía aérea alta en general y cuando es necesario, en el caso del niño menor de tres meses, se acompaña con las maniobras kinésicas más aspiración de secreciones, ya que en esa etapa de la vida no suele ser capaz de sacar toda la cantidad de moco que forma”, explicó.