Luego de lo que fue la viralización del video en el que una mujer llamada Luciana encaró a Germán Alfaro el domingo por la noche en la Plaza San Martín para exigirle al intendente que atienda su situación. En un primer momento, el mandatario capitalino había prometido que serían recibidos y hasta se pactó una reunión para el día siguiente. Sin embargo, esto no se cumplió.
//Una empleada que fue despedida de la Patrulla Urbana increpó a Germán Alfaro y a Beatriz Ávila
Y es que cuando los ex agentes de la policía urbana se presentaron en la Municipalidad, no fueron recibidos por Alfaro, el cual los mantuvo esperando 3 horas sin notificarles que regresen otro día. Lo cierto es que el destrato hacia la gente y la falta de sensibilidad social ante la situación que se vive en el país y en Tucumán son moneda corriente de parte del intendente capitalino.
Esto se debe al hecho de que Germán Alfaro ostenta una insensibilidad que no conoce límites debido a que desprecia a las mismas personas que fueron empleados municipales. En ese marco, algunos de los agentes despedidos de la PPC de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán denunciaron ayer ante la presencia de Tucumán Despierta que el intendente sigue haciendo oídos sordos a sus reclamos.
Si bien es el hecho de que los damnificados afirmaran que fueron despedidos por cuestiones de ideología política hace a su situación pasible de una sanción de parte del INADI hacia Germán Alfaro, la situación se enmarca en una insensibilidad que trasciende todo lo conocido hasta aquí de parte de una gestión que ya no sólo hace agua por todas partes. Sino que además deja librado a su suerte a quienes se ahogan en el mar de incertidumbre que es hoy la Argentina y Tucumán.
Si para muestra basta un botón, uno de los damnificados contó ante el micrófono de nuestro medio que “incluso el día anterior que nos corren estuvimos trabajando, tuvimos un compañero que estuvo desde las tres de la tarde hasta las cuatro de la mañana cuidando su casa porque Germán Alfaro tenía el temor de que los trapitos o alguien del Mercado del Norte se acercara a su casa”.
Es decir, el intendente no sólo cayó en un abuso de autoridad cuando se valió del recurso humano para realizar una tarea que no les correspondía a los chicos de la PPC, sino que, además, fue lo suficientemente desagradecido como para después de ello echarlos sin contemplaciones de los trabajadores. Y ahora ni siquiera se digna a recibir a las personas a las que alguna vez empleó y a las que ahora le da la espalda.
Con todo el dolor del mundo, ante la cámara de Tucumán Despierta plantearon con toda humildad que “lo que le queremos plantear es que, si va a pactar una reunión, nosotros no tenemos problema en venir a la hora que él nos diga, pero que nos atienda”. Cabe preguntarse entonces: ¿Tanto le costaba hacer vales su palabra? ¿O es que acaso nada que salga de la boca de Alfaro tiene valor?
“El día de hoy nos bloquearon la subida de la escalera para hablar con el señor intendente cuando él había pactado una reunión el día lunes a las nueve, nueve treinta. Estuvimos hasta las 12 esperando y no nos recibió y el día de hoy nos dijo que vengamos también al mismo horario y tampoco nos recibió”, se lamentaron las jóvenes personas dejando en evidencia la insensibilidad y malicia de parte de Germán Alfaro.
“Nosotros siempre vinimos desde el perfil más bajo a tratar de hablar, a tratar de encontrar una solución a esto que todavía no se puede dar”, expresaron apesadumbrados quienes son reales víctimas de un déspota y perverso dirigente político como lo es el intendente Germán Alfaro. Y es que antes de despedir a estos trabajadores, los explotaba tal y como se desprende de las palabras de uno de los damnificados.
“Hace seis meses trabajando de noche y a mí no me reconocían nada de turno noche, trabajaba fines de semana, feriados y nunca me reconocieron nada. De 46 mil pesos era el sueldo con el que comenzamos, cuatro años atrás era de 12.000 pesos cobrando y trabajando más de ocho horas, turnos rotativos, mañana, tarde, noche, feriado y fines de semana trabajamos tres días por un día de descanso y un día nos comunicaron de la baja”.
En definitiva, está claro que Germán Alfaro intentó darse un baño de pureza y parecer ante la opinión pública como un republicano preocupado por las votaciones. Pero lo cierto es que nada de lo que haga podrá borrar la mancha de su insensibilidad que se extiende como si de un derrame de petróleo se tratara y hasta amenaza con ensuciar a la coalición de JxC con episodios lamentables como el desprecio a las mismas personas que fueron empleados municipales.
