Continúan las repercusiones luego de que fuera detenido por tráfico de drogas el candidato de Germán Alfaro a delegado comunal de Villa Belgrano, Tomás Agustín “Denis” Díaz. Le secuestraron cocaína, marihuana, automóviles y motos de los narcotraficantes. ¿Ese es el cambio que propone el intendente capitalino, la impunidad para los narcotraficantes y las ciudades controladas por los delincuentes?.
Lo cierto es que la clase política no puede permitir que esta clase de políticos sigan en Tucumán. No se puede proteger a los narcotraficantes. La droga es un flagelo qué hay que combatir y no proteger. No puede haber intereses comunes entre los narcotraficantes y los dirigentes políticos. En ese marco, cabe mencionar que mientras Jaldo promueve la lucha contra el narcotráfico, Alfaro hace campaña con ellos.
Al respecto, el programa de televisión que se emite por Canal 10, “El Avispero”, recordó que Agustín Tomás “Denis” Díaz enfrenta la acusación de narcotráfico y rememoró que el candidato a comisionado comunal de Villa Belgrano por Juntos por el Cambio y aliado del espacio de Germán Alfaro quedó en el ojo de la tormenta cuando tuvo lugar un allanamiento realizado por el personal de Drogas Peligrosas de la Policía Federal.
Y es que el acusado fue detenido por la sospecha de integrar una red de narcomenudeo. A partir de allí, trascendió más información acerca de Díaz ya que se supo que, a pesar de vivir a más de 100 km del municipio de San Miguel de Tucumán, el acusado recibe un sueldo mensual de $67,600 pagado con el tributo de los capitalinos. En esa línea, ni lerdos ni perezosos, desde el PJS salieron a defenderlo.
Y es que el actual Secretario de Gobierno y candidato de legislador, Rodolfo Ocaranza, dijo que “si se inscribió como candidato y se lo aceptó; naturalmente no registraba antecedentes penales u otros que le podrían haber impedido su postulación”, comentó el dirigente. “Desconozco los pormenores de la situación de la familia. Tampoco intervine en mi condición de abogado. Es la realidad”, remató.
Lo cierto es que los vecinos no se cansan de repetir que los principales dirigentes de Juntos por el Cambio (JxC) de la capital solían concurrir a la casa de los Díaz a reuniones que, asado mediante, se prolongaban hasta después de la medianoche. Según los vecinos, Tomás “Denis” Díaz se ganó la consideración de la dirigencia de JxC y así figura como candidato a comisionado comunal por ese partido.
Aparece aliado a la línea del dirigente Rodolfo Ocaranza, actual secretario de Gobierno de la municipalidad capitalina y candidato a legislador. Es secundado por el dirigente Juan José Flores, como comisionado suplente. Por otra parte, Carlos Bustos, defensor de los Díaz, sería el padre de María Jimena Bustos González, que ocupa el tercer lugar en la lista del funcionario capitalino.
El profesional, al no responder los llamados de la prensa, tampoco pudo aclarar esta situación. Sin embargo, el ex diputado nacional y ahora candidato a legislador por la capital José Cano dijo que, al no ser “Denis” un dirigente de su jurisdicción, no lo conocía y dijo no tener idea de quién se trataba. De todos modos, hace pocos días el mismo Cano advirtió que “el vínculo entre los narcos y el poder de Tucumán es muy evidente”.
Asimismo, el ex parlamentario se refirió al caso de Antonio Eladio Lobo, un dirigente del oficialismo postulado para comisionado comunal de El Puestito, que fue condenado y está vinculado a causas por drogas. “Es una muestra de una realidad que se multiplica a lo largo y ancho de la provincia. Desde hace décadas que denunciamos la connivencia del poder político con los dealers”, sostuvo José Cano.
“Estos comienzan a avanzar para ocupar ellos mismos los cargos electivos. Tenemos que ponerles un freno o el riesgo es muy grande para todos”, advirtió hace menos de una semana. Para colmo, si bien desde el espacio Cambiemos Tucumán se solicitó la exclusión de la candidatura de Díaz, sucede que este no sería el primer escándalo que envuelve al candidato. Y es que a fines del pasado diciembre “Denis” Díaz habría sido sorprendido transportando marihuana.
Pero eso no es todo, debido a que también lo sorprendieron portando ilegalmente una pistola de 9 mm. En ese momento, solamente enfrentó una causa por portación ilegal y para evitar hacer enjuiciado accedió a una probation en la cual habría aceptado hacer una importante donación de dinero en efectivo en la iglesia de Villa Belgrano, de acuerdo al informe del programa “El Avispero”.
Pero siempre parece que la hipocresía puede más. Y es que, a principio de este mes, Beatriz Ávila, durante una visita a los vecinos de Villa 9 de Julio, en la zona del Ex Matadero hizo una serie de declaraciones: “La inseguridad sigue siendo la mayor problemática en los barrios. Los vecinos viven encerrados y tienen mucho miedo de salir”, afirmó la candidata a intendenta de San Miguel de Tucumán de Juntos por el Cambio con total descaro.
Esto se debe a que en ese momento agregó que “nos duele ver cómo el narcomenudeo crece y los jóvenes arruinan su futuro con el consumo problemático de sustancias. Queremos oportunidades para los jóvenes”. A todo esto, cabe preguntarse entonces: ¿Cómo puede ser que desde el alfarismo pueda ser posible manejarse con tamaño nivel de hipocresía y cinismo tras quedar al descubierto su “narcocandidato”?
No en vano, el concejal de Yerba Buena, Alejandro Sangenis, acusó a Alfaro y a Sánchez de “patrocinar” candidatos vinculados a la venta de drogas. “Las cortinas se corren y dejan al descubierto la vinculación de Alfaro con el narcotráfico y el narcomenudeo que trata de invadir los barrios de la Capital y Concepción al amparo político del estado municipal”, expresó el también candidato a intendente. Añadió que lo ocurrido merece el repudio de la sociedad.