El empresario Jorge Rocchia Ferro fue condenado esta semana a tres años de prisión condicional en una causa que investigaba la contaminación ambiental sufrida por el pueblo El Palomar, en Santiago del Estero, producto de los desechos del ingenio La Florida.
Luego de varios días el actual presidente de la Unión Industrial de Tucumán decidió romper el silencio, emitió un comunicado y calificó de injusta e ilegítima la condena dictada por el Tribunal Oral Federal de Santiago del Estero, que juzgó los hechos cometidos a fines de 2012 y principios de 2013. Además anticipó que recurrirá a todas las instancias de apelación existentes.
Apelación
“Queremos dejar en claro que la sentencia no está firme y será recurrida por nuestros abogados hasta agotar las instancias nacionales e internacionales pertinentes”, dijo el industrial. “Desde el primer momento en el que se produjeron los incidentes –prosiguió-, ellos fueron notificados a la autoridad de aplicación, y la empresa actuó inmediatamente para minimizar el impacto de lo sucedido. Hoy, a 11 años de los hechos, ninguna autoridad determinó la existencia de daño ambiental emergente de esos sucesos”.
Además, indicó que en esa misma época, septiembre de 2012, la empresa Los Balcanes ponía en marcha la primera etapa de su actual sistema de gestión de la vinaza, basado en su conducción por un “vinazoducto” subterráneo de nueve kilómetros y su concentración por evaporación forzada, “lo que torna casi imposible la repetición de incidentes similares a los que motivaron la ilegítima condena”. “A ello se agregó más adelante, un equipo evaporador de múltiple efecto para reducir la relación de generación alcohol-vinaza, llevándola de 12 o 13 litros de vinaza por cada litro de alcohol producido a tan solo 2,8 a 4 litros de vinaza por cada litro de alcohol. Se invirtió para todo ello U$S 15.800.000 y el sistema tiene un costo operativo anual de más de U$S 1.300.000”, especificó.
Rocchia Ferro aseguro que resolver la problemática de la vinaza sucro-alcoholera fue siempre un objetivo central de la compañía. “Con investigación aplicada, inversiones, sacrificio, esfuerzo y obstinación, no exentos de tropiezos, la cuestión se resolvió, quedando así sentadas las bases para la producción sustentable de alcohol sin la cual nuestra industria madre: la industria azucarera, estaría condenada a morir en el cortísimo plazo”, señaló.
Finalmente, manifestó que “en este trance amargo por injusto queremos enfatizar nuestro compromiso con el medio ambiente y la sociedad en general. Continuaremos trabajando juntos para seguir mejorando y fortaleciendo nuestra Empresa, de la cual estamos orgullosos”.
