Juntos por el Cambio no pudo avanzar esta tarde en ninguna definición para ampliar su alianza ni en cómo resolver ese tema: en medio de un clima de enorme tensión, los cuatro presidentes de los partidos tuvieron que pasar a cuarto intermedio luego de escuchar a Luis Juez, candidato a gobernador de Córdoba, que fundamentó su rechazo a un acuerdo electoral con Juan Schiaretti.
El malestar generalizado entre los líderes del PRO, la UCR, la Coalición Cívica y Encuentro Republicano Federal quedó simbolizado en el final del encuentro: mientras había una sala preparada para una conferencia de prensa conjunta, cada uno se fue por su lado y sólo habló “oficialmente” Gerardo Morales, el presidente del radicalismo y anfitrión del encuentro de JxC.
Pese a que estaba previsto, tampoco pudo resolverse si se incorporará a la coalición el liberal José Luis Espert, quien antes de la reunión de JxC había hablado a solas con Federico Angelini, titular del PRO. En un contacto realizado en la zona norte, el diputado de Avanza Libertad ratificó que quiere ser candidato presidencial, algo que el sector de los “halcones” rechaza porque cree que responde a una maniobra de Horacio Rodríguez Larreta para sacarle votos a Patricia Bullrich.
Frente a la dureza de las posiciones, con el PRO liderado por los “halcones” decidido a bloquear el ingreso de Schiaretti y Espert a Juntos por el Cambio, los sectores comenzarán a redefinir sus estrategias. Mauricio Macri se meterá de lleno en el conflicto: participará de un Zoom que se hará esta noche con Patricia Bullrich, Angelini y otros dirigentes duros del PRO y este martes estará en Córdoba, en un viaje que estaba previsto, para dar una fuerte señal en favor de Juez y en contra de Schiaretti.
La reunión de los jefes partidarios de JxC de esta tarde tomó otro cariz cuando Juez apareció sorpresivamente en el Comité Nacional de la UCR, en Alsina al 1700. Les dijo a los periodistas que no estaba invitado, pero que viajó especialmente para brindar su posición sobre el posible ingreso de Schiaretti a la coalición, debate que se abrió a tres semanas de la elección en Córdoba en la que el candidato a gobernador de Juntos por el Cambio se enfrentará con Martín Llaryora, postulante del PJ provincial.
“No vamos a tolerar la incorporación (de Schiaretti)”, advirtió Juez luego de hablar con los titulares partidarios Angelini (PRO), Morales (UCR), Ferraro (Coalición Cívica) y Pichetto (Encuentro Republicano Federal). En la reunión, el candidato cordobés explicó que no podía avalar el ingreso de la fuerza conducida por quien “gobierna la provincia hace 25 años y que nos proponemos cambiar”.
Mientras comenzaba la discusión a solas de los cuatro jefes de los partidos, en el tercer piso de la sede del radicalismo, a Juez le pidieron que esperara en una oficina del primer piso. Por el edificio también circulaban, sin poder entrar a la reunión, otros dirigentes bullrichistas que no fueron invitados y que aparecieron a expresar su rechazo al acuerdo con Schiaretti: Ricardo López Murphy y Alberto Asseff.
Frente a frente, el encuentro fue muy duro: Morales planteó de entrada que era necesario ampliar el espacio y que ninguna fuerza podía tener el derecho de veto, por lo que mencionó a Schiaretti como un aporte para compensar el crecimiento electoral de Javier Milei. Lo apoyaron Ferraro y Pichetto. Como estaba previsto, Angelini quedó en minoría: explicó que el ingreso del gobernador cordobés iba a “desperfilar” a la coalición opositora porque se trata de un dirigente que apoyó muchas medidas del kirchnerismo y que iba a causar efectos negativos en la elección de Córdoba.
Hubo duros cruces, que incluyeron las quejas contra Angelini porque el PRO no tomó una decisión ni siquiera sobre el ingreso de Espert a la coalición. Allí insistieron con el concepto de “derecho de veto” que ejerce el partido fundado por Macri, con fuertes críticas de Morales contra los “halcones” por negarse a ampliar el espacio y arriesgarse a una derrota electoral por ausencia de más aliados.
Allí, el jefe de la UCR planteó la necesidad de revisar los acuerdos internos para decidir sobre la incorporación de más fuerzas a JxC. Es que actualmente basta con la opinión negativa de un integrante de la coalición, como el PRO en este caso, para que se frustre el ingreso de otros partidos. Lo contempla el “Acuerdo de Buenas Prácticas” que planteó Juntos por el Cambio en abril de 2022: “La inclusión de nuevos partidos como miembros de JxC debe ser aprobada por la unanimidad de los partidos que conforman la Mesa Nacional”, establece en su punto 6, “Ampliación de JxC”.
Morales habló luego del tema ante los periodistas: “No me parece justo que si se plantea la ampliación el veto de una fuerza neutralice la posibilidad siempre que haya coincidencias programáticas. Habría que discutir esto. Con una mayoría debería bastar para avanzar en la ampliación”, señaló.
Mientras transcurría la tensa reunión en el tercer piso, los periodistas, fotógrafos y camarógrafos se ubicaron en un amplio salón de la planta baja de la sede radical a la espera de que comenzara la conferencia de prensa de los jefes de JxC. Primero habló López Murphy y luego apareció Juez, pero cuando terminó el encuentro, el contacto “oficial” con el periodismo estuvo a cargo sólo de Morales.
Fue uno de los momentos en que las fricciones quedaron a la vista. Ferraro fue el que bajó por las escaleras y habló con los periodistas en la calle, pero volvió a entrar al Comité Nacional, coincidió allí con Pichetto y luego con Angelini. Ante los pedidos de que hablaran en el lugar que estaba preparado para la rueda de prensa, se escuchó la voz de Morales que aclaraba que iba a hablar él solo.
Sus pares de coalición se fueron del lugar con evidentes gestos de malestar y dieron sus propias explicaciones a los periodistas en la vereda. Morales, solo ante las cámaras y micrófonos, admitió el conflicto que se generó en Córdoba: “Luis Juez tiene razón en estar molesto. Hemos hecho el compromiso de repensar lo de Schiaretti. Hoy no se habló. En mi partido hay acuerdo en la ampliación de JxC. Nos comprometimos con Luis a analizar mucho más a fondo la situación. Ratifico mi pensamiento, que es compartido con muchos dirigente, pero no va a afectar a Córdoba. Las elecciones provinciales se han venido debatiendo en términos de realidades diferentes”.
Sobre el cuarto intermedio, el jefe radical dijo que “no tiene fecha” porque “hay que hacer cosas antes del 14 (de junio, cuando vence la presentación de las alianzas)”. “Vamos a estar hablando estos días con los presidentes y los apoderados-sostuvo-. Estamos hablando de la posibilidad porque en cada elección se tiene que ratificar el acuerdo. No me parece justo que si se plantea la ampliación, el veto de una fuerza neutralice la posibilidad siempre que haya coincidencias programáticas. Habría que discutir esto. Con una mayoría debería bastar para avanzar en la ampliación”.
“No hay riesgo de ruptura (en JxC), sino de que la gente nos castigue y tiene razón -enfatizó Morales-. Un nivel de interna que no tiene sentido frente a la situación de la gente. No estamos de acuerdo con la mirada mezquina o encerrarnos y convertirnos en una secta. Queremos un espacio que asegure la gobernabilidad para el país”.
La tensión no decrece. Ahora, ante el laberinto en el que ingresó, con un sector de JxC que empuja por arreglar con Schiaretti y Espert y otro que lo frena, Macri y Bullrich redefinirán su estrategia para impedir que avance la iniciativa de sus rivales internos. Esta noche, en un Zoom convocado de urgencia, analizarán el escenario. Este martes, el ex presidente estará en Córdoba junto con Juez y Rodrigo de Loredo, candidato a intendente de la capital provincial. Para los “halcones”, Larreta, Morales y la Coalición Cívica buscan “romper Juntos por el Cambio” para aliarse a Schiaretti.
En el sector dialoguista también analizarán alguna estrategia para salir de la encerrona: deberán juntar la fuerza necesaria para cambiar las reglas del juego y allanar así el ingreso de Schiaretti por simple mayoría. Y evitar que si a Juez le va mal en las elecciones de Córdoba, el 25 de este mes, terminen pagando el costo político de la derrota por haber apurado un acuerdo con el gobernador del PJ.