Germán Alfaro mandó a Enrique Romero a acusar al radicalismo de traición. Para ello, el actual subsecretario de Tránsito de la capital se comunicó telefónicamente con Café Prensa con la excusa de analizar el resultado de los últimos comicios mientras que en realidad comenzó a operar mediáticamente en pos de ensuciar a la UCR y tratar de instalar que el padre de la derrota capitalina sea ungido como candidato a diputado nacional en las PASO de agosto.
En ese sentido, aseguró que la derrota que sufrió el alfarismo tendrá sus consecuencias, pero que no significa, bajo ningún punto de vista, el fin del espacio. “Él (por Germán Alfaro”) tiene que ser el primer candidato a diputado” dijo y resaltó la importancia de reordenar las fuerzas para volver al ruedo. “Le sugiero que convoque a una asamblea y reordene la tropa”, aconsejó como si Alfaro hubiera ganado en lugar de perder de la manera en la que lo hizo.
En esta misma línea, y con total desvergüenza, Enrique Romero hizo responsable a la propia oposición de los resultados negativos. “Sin la capital el oficialismo no tiene oposición. Eso no lo midieron los radicales que cortaron el voto”, señaló, dejando entrever traiciones hacia el interior de la fuerza sin la más mínima autocrítica dejando entrever cómo desde el alfarismo siguen sin hacerse cargo de nada.
Y como si esto fuera poco, en delirio y la locura de Enrique Romero llegó al punto de comparar al intendente con el mismísimo Jesucristo. “Como judas traicionó a Jesús, aquí hubo varios judas que traicionaron a Alfaro”, apuntó el funcionario y mano derecha del mandamás municipal. Para finalizar anticipó que, lo más probable es que los que hicieron esta maniobra “cuando lleguen al parlamento, se van a hacer semioficialistas”.
No sin antes insistir por enésima vez con la intención de dejar instalado el hecho de que “acá hubo un corte de votos intencionado por parte de algunos sectores de la UCR que generaron esta derrota en la Capital”. Lo cierto es que hubo un tijeretazo que pone a la oposición en una situación política complicada a largo plazo: la de armar un líder que concentra la mayoría del voto adverso al peronismo, pero para dentro de 4 años.
Y es que las primarias están tan encima que no van a servir para ese propósito, sino para que discuta nuevamente nombres para las pre candidaturas con más probabilidad de que ese encontronazo anticipe de rupturas internas a causa de los cortes de boleta. Como se necesitan para repetir los guarismos de domingo pueden sonreír para cerrar acuerdos o bien confrontar con distintas listas y dar inicio de una posible fragmentación y dispersión de la oposición.
La cual, en rigor, solo podría ser evitada por la intervención de la diligencia nacional de JxC. Bbasta mencionar un par de situaciones comentadas por lo bajo en Juntos por el Cambio para exponer que las cosas no andaban bien entre radicales y alfaristas y que, a la luz de los resultados de la semana pasada, le ponen una gran cuota de incertidumbre a la continuidad de la coalición opositora.
Por una parte, se hizo correr el rumor de que correligionarios capitalinos habrían sugerido la necesidad de sacarse a Alfaro de encima perjudicando electoralmente a Ávila para poder ser opción de poder en 2027. Es decir, eliminar de juego a un competidor interno los que habrían mencionado la maniobra tienen nombre y apellido para el alfarismo: Silvia Elías de Pérez y Jospe María Canelada.
Por otro lado, algunos integrantes del PJS habían dicho que no le iban a dar por nada del mundo la intendencia a los radicales, también tenían nombre y apellido y sus dichos se viralizaron por WhatsApp, como fue el caso tratado por Tucumán Despierta que involucra a Jhonny Ávila, hermano de Beatriz Ávila y cuñado de Germán Alfaro. En el audio, Jhonny Ávila es mucho más explícito que su cuñado. “La intendencia es nuestra”, advirtió en su momento.
“Así como Roberto Sánchez pone su sucesor; como (Sebastián) Salazar en Bella Vista pone su sucesor; como Campero pone en Yerba Buena a su sucesor. ¿Por qué yo tengo que entregarla? Ellos van a poder sucesor y yo la tengo que entregar”, afirma el concejal. “O sea ellos me van a poner el intendente para ver si yo puedo ser candidato a gobernador. Disculpando la mala palabra: ¡coman aca que le voy a dar la intendencia a los radicales!”, grita Ávila.
“¿Saben por qué también? Porque a los radicales les van a dar la intendencia y la van a chocar en dos meses, porque son voraces. No saben conducir una institución”, plantea el cuñado de Alfaro, en una crítica durísima para sus posibles aliados. Luego, Ávila sugiere que vendrá una traición por parte del radicalismo. “Y otra cosa: el primero que llegue a la intendencia va a agarrar la carpeta y va a empezar a buscar cualquier papel para meternos en cana o para hacer algo, porque así son los radicales”, anticipa.
“¿Qué soy pelotudo yo? ¿Si sabemos que vamos a bancar desde la intendencia una campaña y le vamos a entregar los papelitos para que nos metan en cana? Porque así son los radicales. Entonces yo les quiero dar la tranquilidad de que German va a jugar hasta las últimas consecuencias”, completa. En definitiva, lo cierto es que la oposición se está por quedar sin el principal bastión territorial para hacer política.
Sobre todo, teniendo en cuenta que, a las otras tres intendencias opositoras, el oficialismo las puede traer de su parte con solo ajustar detalles en el pacto social. Alfaro necesita imperiosamente revalidar títulos para remendar los agujeros de su estrategia electoral. Lo que es seguro es que no podrá soslayar que la pelea interna demoró todo. De hecho, en octubre del año pasado los tucumanos ya sabían que Rosanna Chahla sería la postulante por el PJ.
Mientras que Beatriz Ávila se enteró que iba a ser candidata después del primer trimestre de este año. Además, si bien Alfaro también consiguió recomponer sus relaciones con algunos dirigentes del PRO como Mauricio Macri, está claro que el desplante de fines de gobierno del expresidente quedó en la memoria de algunos votantes de Juntos por el Cambio y, por último, no caben dudas de que algunos acoples se preocuparon por el voto de la fórmula a gobernador.
Pero no por la candidatura a intendente ya que el corte de boleta fue notorio. El pasado lunes, con el 84.83% de las mesas escrutadas y a falta de las 203 urnas se observó que Sánchez – Alfaro sacó en la Capital 137.259 sufragios, mientras que Ávila, candidata a suceder a su marido, obtuvo 126.241, unos 11.018 menos. No en vano la célebre frase señala que no hay peor ciego que el que no quiere ver.
Por eso Romero opinó que “no hay vocación de poder. Hay algunos radicales que cortaron el voto y favorecieron a Rossana Chahla”. Para finalizar, se refirió al futuro del alfarismo. “El PJS no se va a retirar de JxC. Después veremos cómo sigue la historia”, aclaró. “A nivel nacional acompañaremos la decisión que tome Alfaro. Pero vemos que también a nivel nacional están cometiendo muchas estupideces”, remató. ¿Habrá sido una proyección de sí mismo?
