Los investigadores del caso de Cecilia Strzyzowski, desaparecida desde el 2 de junio en la ciudad chaqueña de Resistencia, encontraron 22 rastros de posibles manchas de sangre humana en los vehículos de su marido, César Sena, y de un colaborador de su familia, Gustavo Obregón, dos de los siete detenidos por el hecho, informaron hoy fuentes judiciales.
El resultado del peritaje realizado por expertos del Gabinete Científico local fue incorporado en las últimas horas al expediente que tiene a su cargo el Equipo Fiscal Especial (EFE) y fue realizado sobre la camioneta Toyota Hilux del hijo de Emerenciano Sena y Marcela Acuña, y un Citroën C4 de Obregón.
Fuentes de la investigación aseguraron que, si bien ambos vehículos habían sido secuestrados apenas fueron detenidos ambos imputados, el peritaje se realizó en las últimas horas.
Fuentes judiciales confirmaron a la agencia Télam que en total entre ambos vehículos fueron 22 manchas reactivas al luminol, que ahora serán analizadas en el Instituto de Medicina y Ciencias Forenses (IMCiF) de la capital chaqueña, aunque lo destacado es que esa prueba dio resultado positivo en la caja de la camioneta de César, donde sospechan que trasladaron el cuerpo.
Los expertos determinarán ahora si lo encontrado es sangre humana y, de serlo, si pertenece a Cecilia, como ya ocurrió en la casa de los integrantes de la familia Sena y en un colchón y una cama que donaron días después de la desaparición.
El allanamiento a la cafetería de Cecilia
Minutos antes del mediodía, en la capital de Chaco, los fiscales que investigan el presunto femicidio de Cecilia Strzyzowski llegó hasta un local comercial situado en la calle Yrigoyen 460.
Allí funcionó una cafetería a nombre de la víctima que compartía con César Sena, su pareja y principal sospechoso del crimen, junto con sus padres Marcela Acuña y Emerenciano Sena como coautores.
Desde la puerta del local, Juan Arreguin, abogado de la familia de Cecilia, contó a Diario Norte: “Este local había sido alquilado por Cecilia y Cesar, pero la que figuraba como inquilna era Cecilia y los garantes eran Cesar y su madre”.
“Entendiendo que el local no se va a utilizar más porque, lamentablemente, Cecilia no está más con nosotros y los garantes están presos. La dueña del local me llamó para que le diga a Gloria [madre de Cecilia] para ver si quería seguir con la cafetería o devolver el inmueble”, detalló el letrado.
Según Arreguin: “Gloria me dijo que ella solo quería las pertenencias de Cecilia que estaban en el local. Le dijimos a la fiscalía si le interesaba hacer un allanamiento en el inmueble para buscar elementos que le sirvan para la investigación, o no”.
“A partir de eso, es que nosotros optamos por ir y tratar de respetar los tiempos del allanamiento. Una vez que terminaron, nos dieron las llaves del local para que podamos disponer del mismo”, sumó el letrado.
La sospecha de los investigadores es que esa cafetería cerró en abril de este mismo año porque César Sena le dijo a Cecilia que quería “lavar dinero” y ella no aceptó.
En ese marco, la Justicia Federal investiga el presunto delito de “lavado de activos” desde el día del primer allanamiento en la vivienda del matrimonio Sena, situada en Santa María de Oro 1460, donde la fiscalía cree que ocurrió el asesinato, ya que en ese entonces secuestraron seis millones de pesos.
Por su parte, Gloria Romero, madre de Cecilia, continúa la convocatoria por redes sociales para la marcha que realizará el lunes próximo a las 18 en la Casa del Chaco, situada en avenida Callao 322, en el barrio porteño de Balvanera.
El caso
Cecilia, de 28 años, fue vista por última vez a las 9.16 del 2 de junio último, cuando una cámara de seguridad registró su ingreso en compañía de su marido a la casa de sus suegros, situada en la calle Santa María de Oro 1460, de Resistencia.
Según la resolución de los fiscales, Cecilia fue asesinada entre las 12.13 y las 13.01 en una de las habitaciones de la casa aparentemente por estrangulamiento en momentos en que se hallaba junto a César, Emerenciano y Acuña.
De acuerdo con la acusación, su cuerpo fue luego trasladado por César Sena y Obregón, envuelto en una frazada, y a bordo de una camioneta hasta la chanchería propiedad de los principales imputados, donde fue calcinada.
Finalmente, se cree que sus restos fueron esparcidos en distintos sectores de ese predio, junto a una de las márgenes del Río Tragadero, donde tiempo atrás se encontraron restos de huesos humanos y el viernes pasado otros fragmentos óseos que debe determinarse aún de qué son.
Además de los tres integrantes del denominado clan Sena, por el caso permanecen con prisión preventiva Obregón y su esposa Fabiana González (ambos asistentes de los Sena) y Gustavo Melgarejo y su mujer Griselda Reinoso (caseros de la familia), quienes están acusados de encubrimiento agravado.
Con información de la agencia Télam