La crisis penitenciaria en la provincia se ha intensificado con dos fugas y tres incidentes reportados en diversas comisarías.
Dos hombres se escaparon, uno con la ayuda de un cómplice armado que redujo al guardia, y el otro, un sujeto acusado de producción de marihuana en el norte del país.
Con estas fugas, el total de evasiones carcelarias llega a 12 en menos de una semana, en un sistema que oficialmente alberga a 1800 detenidos, pero que solo tiene capacidad para 500.
Un oficial superior advirtió sobre la gravedad de la situación, ya que es prácticamente imposible supervisar a 60 o 70 reclusos con solo dos o tres guardias.
La primera de las fugas ocurrió el viernes por la noche cuando un individuo entró en la comisaría del Sur de la capital para reportar un robo. Al ser invitado a entrar por el oficial en servicio, el hombre sacó un arma, redujo al oficial y obligó la liberación de Luciano “Muñeca” Fernández, un recluso que estaba cumpliendo una pena de 26 años por dos homicidios.
El cómplice y Fernández huyeron del lugar, dejando a los otros tres reclusos en la celda.
Fernández había escapado anteriormente de la custodia policial y había cometido uno de sus crímenes mientras se encontraba prófugo.
Estaba en la comisaría, pese a su historial de evasión, por razones de seguridad, pues había informado sobre actividades ilícitas de drogas en la prisión de Villa Urquiza.
La segunda fuga ocurrió en la comisaría 6ª, cuando Jairo Iván González, un recluso bajo investigación por un importante decomiso de marihuana el pasado octubre, logró escapar durante una visita de su pareja.
La mujer, Micaela Vallejo, fue arrestada y acusada de ayudar a la fuga. González fue ayudado por una motocicleta que lo esperaba para su escape.
Actualmente, se está llevando a cabo una investigación para determinar la responsabilidad de los guardias.
En la misma noche de las fugas, se evitó otro episodio similar masiva en la comisaría de La Cocha, cuando un oficial escuchó ruidos sospechosos y descubrió a tres detenidos intentando escapar.
Un incidente violento estalló, con los reclusos lanzando agua hirviendo al oficial, hasta que llegó el apoyo antidisturbios.
Además de las fugas, se produjeron otros incidentes violentos.
En la comisaría 6ª, un recluso fue agredido y herido por sus compañeros de celda, y fue hospitalizado. En la comisaría El Chañar, un detenido se autolesionó, aparentemente en un intento de ser trasladado a una comisaría más cercana a su ciudad natal, Alderetes.