El ex secretario general de la Presidencia Fernando de Andreis denunció el mal estado en que había encontrado la Casa Rosada el gobierno de Mauricio Macri en diciembre de 2015, respondiendo así a las críticas que está haciendo la administración de Alberto Fernández, que incluso derivó en una denuncia penal por el “abandono edilicio” del edificio que presentó el senador oficialista Oscar Parrilli.
A través de un hilo en su cuenta de Twitter, el ex funcionario macrista publicó una serie de textos y de fotos para demostrar que “después de 12 años de gobierno, la Casa Rosada que encontramos era el monumento a la dejadez y el abandono”. “Vamos a ocuparnos de desmentir y probar donde sea necesario el tamaño de la falsedad de estas acusaciones”, afirmó De Andreis antes de publicar 31 tuits sobre el tema.
“Cuando asumimos el 10 de diciembre de 2015 encontramos la Casa Rosada en un estado lamentable. El abandono era tan grande que decidimos no dar a conocer imágenes del estado de la Casa para evitar la tristeza que significaría para todos reconocer la dejadez del edificio más importante del país”, dijo.
De Andreis afirmó: “Ante las falsedades expresadas por autoridades del nuevo gobierno, que incluyen una escalera que ponía en peligro la seguridad de todos los empleados, parece oportuno que se vean algunas de esas fotos que muestran la verdad que encontramos”.
“Remarcamos que todas las acusaciones que el nuevo gobierno dirige hacia nosotros sobre el estado de la Casa Rosada son simplemente falsas. Es cierto que quedaron obras sin terminar, pero más cierto es que el tamaño del caos que encontramos después de 12 años del gobierno que nos antecedió superaba al de una gestión. No se puede reparar en cuatro años lo que no se cuidó en doce”, señaló el ex secretario de la Presidencia, que agregó: “Es preocupante que otra vez volvamos a las alucinaciones, a las mitologías, al relato, al engaño. Creíamos que todo eso era una etapa superada. Parece que no”.
“Empecemos de arriba para abajo –dijo De Andreis–. Basura sobre el techo de la Casa de Gobierno como si se tratara de un edificio abandonado. Esto encontramos en diciembre 2015”:
“Estas chapas eran de un obrador improvisado sobre el techo de la Casa Rosada. Diciembre de 2015”:
“Esto era la oficina del llamado núcleo de Casa Rosada. Así estaba en diciembre de 2015”:
“Esto no es arquitectura brutalista, es la brutalidad arquitectónica que encontramos en 2015 luego de 12 años de gobierno. Patrimonio despreciado. Paredes históricas tapiadas con cubiertas de plástico y pintadas de plateado”:
“Un enjambre eléctrico mortal. Instalaciones eléctricas obsoletas con conexiones improvisadas que ponían en peligro a todo el edificio. Esto se repetía en toda la Casa. Diciembre 2015”:
“¿Parece este lugar pertenecer a la Casa Rosada? Archivos oficiales en una ex-ducha. Escenas insólitas de la Casa de Gobierno que encontramos en 2015”:
“Basurales dentro del edificio. Incluso en el piso superior del despacho presidencial encontramos parafernalias de muebles rotos, basura, máquinas rotas… Estos acopios de basura también amenazaban gravemente la seguridad del edificio y de los empleados”, agregó De Andreis.
“La fachada daba vergüenza. Sin mantenimiento, rota, con arañas, palomas y hasta nidos de horneros”:
“Miren esta foto del subsuelo de la Casa Rosada sin mantenimiento –destacó el ex funcionario macrista–. Miren el estado de la pared. Sin comentarios. Diciembre 2015″:
“Este lugar existía en el subsuelo de la Casa Rosada donde funcionaba esta cerrajería: Snoopy, la virgen María, una caricatura de Boca: desorden en todos lados”:
A continuación, De Andreis publicó tuits con fotos de la Casa Rosada tras los arreglos que encaró el gobierno de Macri. “Lo contrario del abandono. Como muestran las fotos anteriores (y hay muchísimas más) así estaba la querida Casa Rosada –publicó el ex secretario general de la Presidencia–. Era un edificio herido. Un edificio que era el testimonio inexplicable de una larga época de abandono. Por donde se mirara la Casa Rosada era una ruina: los tapices históricos sin color, los baños hediondos, pasillos y patios con baldosas rotas, cerramientos sucios, las alfombras llenas de ácaros, la iluminación propia de una pensión sin mantenimiento, la impericia arquitectónica por todos lados, la improvisación, el peligro de incendios… Así la vimos en diciembre de 2015″.
“Entonces hicimos un Master Plan integral para tener una casa segura, sustentable y eficiente –destacó De Andreis–. También participó la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires. Trabajamos para curar la casa herida. Piso por piso, cuarto por cuarto, pasillo por pasillo, desde la infraestructura eléctrica, hasta las plantas del patio, en consultas permanentes con prestigiosos arquitectos y con la Comisión Nacional de Monumentos. No logramos terminarla, nuestra obra fue interrumpida, pero la Casa alcanzó a recuperar su orgullo y belleza que fue reconocido por las numerosas delegaciones internacionales que nos visitaron”.
“Miren las cosas que no llegaron a ver. Donde había un basural dejamos oficinas del siglo XXI”:
“Acá estaban los muebles rotos, los televisores tirados, las porquerías”:
“Recuperamos cada obra porque pertenecen a todos los argentinos y todo gobierno es un inquilino de la Casa”:
“Le pusimos esmero al Patio de las Palmeras que había sido despreciado. Cuando llegamos la fuente era una mancha de musgo y no tenía ni plantas porque las habían pisoteado”:
“A través de un convenio con el gobierno de Francia enviamos a París el tapiz del General San Martín, para que sea restaurado por la casa que lo creó en el siglo XIX. Y también cambiamos las alfombras. Así, cosa por cosa. Todo laboriosamente realizado”:
“En este ambiente había un palomar de oficinas y archiveros rotos. El piso extraordinario estaba cubierto por una alfombra sucia. Lo recuperamos, de la misma manera que trabajamos en reparar los patios”:
“Desde el primer día la Casa estuvo abierta para que todos la visiten. Nunca el patio fue ocupado por grupos militantes”:
Por otra parte, la denuncia contra Macri y De Andreis que presentó el viernes pasado el senador Parrilli es por los delitos de “daño agravado” e “incumplimiento de los deberes de funcionario público”.
Parrilli sostiene que tanto Macri como De Andreis, y quienes resulten coautores, cómplices o encubridores, tomaron y ejecutaron decisiones que derivaron en la “destrucción irreparable de parte del patrimonio histórico y cultural perteneciente a toda la Nación Argentina”.
El senador aseguró que el Estado nacional no puede realizar cualquier intervención material sobre los bienes inmuebles declarados monumentos históricos nacionales porque “su obligación primaria es, sea propietario o administrador, la de conservar y custodiar el bien de que se trate”. Y recordó que excepcionalmente se pueden realizar intervenciones sobre esos bienes con la aprobación de la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos.
En la denuncia, hizo hincapié en la demolición de una escalera histórica de la Casa Rosada, que databa del año 1895 y que era de mármol de Carrara, la cual fue reemplazada por un ascensor.
“Ahora habrá que investigar si el silencio de la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos frente a semejante destrucción patrimonial no significó un accionar cómplice que permitió la comisión de los delitos que se denuncian. Es claro que los integrantes de esa Comisión tienen obligaciones legales que cumplir y están en una posición de garantes que puede transformarlos en cómplices o coautores de los delitos denunciados por acción u omisión”, remarcó Parrilli.