Así lo precisó un documento publicado este jueves por la Directora Gerente, Kristalina Georgieva, aunque aún falta que se den a conocer las nuevas metas fijadas en la reformulación del programa.
Para alcanzar el déficit fiscal primario acordado de 1,9% del PIB este año sigue siendo esencial apoyar la estabilidad económica y financiera. Los esfuerzos se centran en reforzar los controles de gasto con medidas iniciales dirigidas a actualizar las tarifas de la energía y contener los salarios públicos y las pensiones”, señaló Georgieva.
Según la titular del organismo “la reciente realineación del tipo de cambio, sumada al endurecimiento de la política monetaria, debería continuar a ayudar a promover la acumulación de reservas y al mismo tiempo limitar el efecto de traspaso del tipo de cambio a la inflación”.
Pese a esta declaración en la práctica la devaluación que se produjo el 14 de agosto ya se trasladó a los precios, mucho antes de que Georgieva firmara este documento.
Para el FMI la tasa de 118% que fijó el Banco Central y que mantiene frenada la economía ante la falta de crédito, es una política que se mantendrá en el tiempo e incluso puede incrementarse.
En adelante, la tasa de ajuste del tipo de cambio se calibrará con detenimiento para facilitar el cumplimiento de los objetivos de acumulación de reservas y reducción de la inflación, en tanto que las tasas de interés real permanecerán en niveles debidamente positivos para seguir apoyando la demanda de activos en pesos”, señaló el FMI.