En un hecho histórico, la foto de la ficha policial de Donald Trump fue publicada anoche después de que fuera fichado en una cárcel de Atlanta acusado por más de una docena de cargos de delito grave, derivado de los intentos del ex presidente de Estados Unidos de anular su derrota electoral de 2020 en Georgia.
Un Trump sin sonrisa -el recluso número P01135809, según los registros de la cárcel del condado de Fulton- fue captado mirando fijamente a la cámara en la ficha policial. La imagen representó otro momento extraordinario para Trump, que no tuvo que someterse a una fotografía cuando compareció en sus otros tres casos penales.
Trump sólo pasó unos 20 minutos en la cárcel antes de regresar a su club de golf de Nueva Jersey. Antes de embarcar en su avión privado en el aeropuerto Hartsfield-Jackson de Atlanta, repitió su afirmación de que el procesamiento -junto con los otros a los que se enfrenta- tiene motivaciones políticas.
“Lo que ha ocurrido aquí es una parodia de la justicia. No hice nada malo, y todo el mundo lo sabe”, dijo el multimillonario a los periodistas.
Trump, de 77 años, ya ha entrado en territorio desconocido como el primer ex presidente de Estados Unidos que se enfrenta a cargos penales, incluso mientras monta otra campaña para la Casa Blanca el próximo año.
Sin embargo, lejos de dañar su candidatura a la nominación del Partido Republicano, los cuatro casos presentados contra él no han hecho más que reforzar su posición. El candidato republicano lleva una ventaja abrumadora en las encuestas para competir con el presidente demócrata Joe Biden en las elecciones de noviembre de 2024.
Decenas de partidarios de Trump, ondeando pancartas y banderas estadounidenses, se agolpaban para echar un vistazo ante su llegada a la cárcel. Entre los partidarios del republicado, reunidos en el exterior, estaba la representante de Georgia, Marjorie Taylor Greene, una de las aliadas más leales del ex presidente en el Congreso.
Lyle Rayworth, de 49 años, que trabaja en el sector de la aviación en la zona de Atlanta, llevaba 10 horas esperando cerca de la cárcel, desde primera hora del jueves. “Sí, espero que me vea agitando las banderas, mostrando apoyo. Nos necesita”, explicó Rayworth, mientras esperaba la llegada de Trump.