Luego de que el vicegobernador a cargo del poder Ejecutivo de Tucumán, Osvaldo Jaldo, firmara la derogación de la ley que regulaba el servicio del transporte privado a través de plataformas electrónicas, estas aplicaciones, con Uber como la más reconocida, quedaron prohibidas en Tucumán; esto no significa, no obstante, que no puedan utilizarse.
En rigor, y según lo anunció el propio Jaldo, al no tener legislación, estas plataformas electrónicas son consideradas ilegales. Y según las directivas dictadas por el propio gobierno provincial, los vehículos que sean atrapados “in fraganti”, es decir, funcionando como Uber, recibirán importantes multas, y sus vehículos serán secuestrados.
Sin embargo, al ser una aplicación que excede el control provincial, tanto Uber como otras apps del estilo (Cabify, DiDi) seguirán como opción para los tucumanos. Es decir, todavía será posible utilizar el servicio, pese a no ser legal; el riesgo, en todo caso, es para los conductores, que son quienes están expuestos a las sanciones. Para los pasajeros, no habría, en principio, ningún tipo de problemas.
De hecho, esto es lo que sucede en prácticamente todo el país. Mendoza es la única provincia que aprobó legalmente el uso de estas plataformas; en el resto de las jurisdicciones, no hay legislación alguna, aunque esto no impide que Uber, Cabify y DiDi funcionen de todas formas, aún cuando lo hacen al margen de la ley.